Capitulo 11

109 11 1
                                    

Amira Darcy:

La puerta de la cabaña es derribada de un solo golpe.

Los chicos que hace un momento estaban abrazándome se ha puesto de pie y ha ocupado un posición de ataque.

Por la entrada de la cabaña se abren paso un grupo de mundanos, que nos miran como si fuésemos un tesoro apunto de adquirir.

—¡Al fin!— Dice uno de estos, que me imagino que es su líder, ya que su armadura es diferente a los demás y esta al frente de todos.

Veo como este saca una espada que tiene un brillo encantador, hipnotizante . La cara de los chicos al verla cambia completamente, su actitud de superioridad y risa que tenían ha desaparecido.

—¿Pensaron que vendríamos a atacar a unas de las hadas mas poderosas sin las armas necesarias?— Pregunta este, con cierta burla. No entiendo porque le temen a una simple espada.

—No permitan que esa espada los toque, no permitan que le hagan daño a Amira— Una voz susurra en mi mente. Provocando que me espante, hasta que veo los ojos oscuros de Isclo.

Esta usando su poder oculto. Podemos hablar telepáticamente.

—¿Que sucede?— Pregunto.

—Su espada, tiene el hechizo de la muerte, todo lo que toque morirá— La voz de Eden resuena en mi mente. Ahora entiendo su temor.

—Escuchen muy bien lo que haremos— Habla Blaker —Eden no confió en ti, pero no tengo opción. Llévate a Amira al catillo, Isclo y yo los detendremos–  Esa idea no me gusta nada.

—¡NO!— Hablo y el mundano frente a mi sonríe. Entonces me percato que lo he dicho en voz alta.

—¿No que?— Pregunta con diversión, no se pero su sonrisa macabra me da escalofríos.

—No hables, Amira— La voz de Eden me regaña mentalmente.

—¿Porque tan calladitos?— Pregunta el mundano frente a mi.

—A la cuenta de tres Blaker los inmoviliza y Eden saca a Amira de la cabaña— Habla Isclo, pero no quiero obedecer, estoy cansada de que me aparten y me cuiden como si yo no pudiese hacerlo sola.

—Uno...dos... y ¡tres!— Veo como la mayoría de los mundanos caen al suelo. Blaker los ha inmovilizado. Pero me sorprendo al ver que hay algunos que aun se encuentran de pie…

Y todos tienen algo en común, su casco es diferente a los otros. Son como 10 mundanos que se encuentran como si nada, aunque Blaker este usando su poder.

–Ya les dije ¿en serio piensas que vendré a enfrentarlos sin estar seguro que los mataré? – Vuelve a preguntar el mundano líder con burla.

Isclo y Blaker aprietan su mandíbula.

–Son sólo 10 hombres, los distraeremos así Eden saca de aquí a Amira– Habla Isclo mentalmente.

–¿En serio piensas que unos simples… juguetitos, son suficientes para derrotarnos? – pregunta Blaker con cierta burla.

–Estos “juguetitos” te mataran– Le contesta el mundano enfurecido.

–¡Ya!– Grita Isclo.

Eden envuelve sus brazos en mi cintura y empieza a tirar de mi.
Mientras mi vista esta fija en Blaker e Isclo que pelean con los mundanos.

Pataleo y grito pero no es suficiente para poder zafarme del agarre de Eden. Este ya me ha sacado a la parte trasera de la cabaña.

–¡No los dejen escapar! – Grita un mundano en el interior de la cabaña que nos viene siguiendo el paso.

Eden corre al busque conmigo a cuestas mientras 2 mundanos nos persiguen.

–Eden por favor, déjame ayudarlos – Le pido con lágrimas en mis ojos.

–No puedo dejar que te arriesgues así, bonita– Me contesta mientras besa mi frente.

–Solo está vez, por favor… Blaker está herido ¡los mataran! – Algo en la expresión de Eden cambia.

Lo estoy convencido ¡bien!

–Te prometo que no me pasara nada– Le insisto.

Nos hemos detenido a descansar detrás de un árbol.

–soy poderosa, ahora más que antes– Le digo y veo la duda pasar en sus ojos.

–No me perdonaría si algo te pasa– Me dice mientras niega con su cabeza y agarra mi mejilla con una de sus manos.

–Solo está vez, no puedo perder a nadie más. Primero mis padres y ahora ellos– Veo como cierra sus ojos y cuando los vuelve abrir un brillo extraño se ubica en ellos.

–Iremos juntos, te protegeré– Acepta, entonces agarro su rostro con mis manos y lo acercó al mío para besarlo.

Empezamos a correr nuevamente en dirección a la cabaña.

Vamos, ayudamos a los chicos y nos vamos al castillo.

Fácil ¿no?

Principissa Where stories live. Discover now