Tres amigos

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Mire mi reloj, ya era demasiado tarde como para comprarme un periódico e informarme sobre este misterio, ya que faltaban solo 20 minutos para mi vuelo y además todavía no había dejado la llave, qué desastre.

Y aún más desanimada que antes, me obligué a seguir corriendo como si nada hubiera pasado.

Suspiré al entrar en la oficina de apartamentos, era un bloque altísimo con más de 100 pisos.

Al entrar, me sorprendió que hubiera mucha gente mirando algo, pero como no tenía tiempo, me dirigí a los ascensores, llamé uno, y para mí suerte vino rápido y estaba vacío, no me apetecía hablar con nadie, además había estado un año en New York y no había hecho ningún amigo.

Así que, cuando llegó el ascensor, me subí y pulse el piso a 100, ya que allí se dejaban todas las llaves de los apartamentos.

Llegué al piso 100, y justamente en el momento en que se abrían las puertas del ascensor, vía dos chicos de mi edad corriendo como si les estuviera persiguiendo alguien. Doblaron una esquina y se precipitaron en mi ascensor, mientras se cerraban las puertas.

- Emm... ¿Hola? - dije inmóvil, mientras el ascensor se cerraba.

Los dos chicos me miraron y se levantaron a la vez.

- Emm... sentimos esta ingrata introducción, señorita - dijo uno de ellos, haciéndose el galante de broma.

Yo rote los ojos y esboze una pequeña sonrisa.

- Ag, no estamos para bromas Kai - dijo el otro - De verdad que lo sentimos señori...

- Gala, llamadme Gala.

- ...Gala, espero que nos disculpe. - terminó.

A ver que no iban a decir nada más y con la curiosidad de mi lado, me planté delante de ellos con los brazos en jarras y les dije:

- Haber, ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué habéis hecho?

Vi que se echaban una larga mirada y supuse que estaban debatiendo si contarme o no.

- Pero nos puede servir George, además, no hemos adelantado nada, ¿Y no te parece raro, que de todas las personas que nos podemos encontrar, ha sido precisamente ella? Además, no tiene cara de traicionera. - dijo Kai.

Me reí ante la suposición de Kai. Y al ver que George asentia reacio, los dos me dijeron a la vez:

- ¿Has escuchado de la desaparición de el famoso millonario Rupert Jeoug?

- Eamm... No, he escuchado que ha habido una desaparición pero...

- ¿¡Qué!? ¿En qué mundo vives? Aquí no se habla de otra cosa en estos días. - me contestó Kai.

Yo rote los ojos.

- Bueno, la cuestión es que queremos descubrir lo que ha pasado y ya está. - dijo George de mala gana, sin prestarnos mucha atención.

Cuando la ascensor se detuvo en el piso - 1, es decir, el garaje, ellos salieron del ascensor y empezaron a andar.

Y yo, con la maleta y la llave del apartamento, corrí tras ellos. De repente, George se paró en seco y se giro para mirarme, igual que Kai.

- ¿Porqué nos sigues? - dijo George.

¡JA! ¿Qué porque los seguía? ¿No era obvio?

- Pues porque os puedo ayudar, además, somos amigos ¿No? - dije.

Kai me miro con una sonrisa y se pasó la mano por su pelo marrón claro, George, en cambio, parecía estar sumido en sus pensamientos, mientras se ajustaba las gafas en su nariz aguileña.

De repente, George dijo:

- ¡Se me acaba de ocurrir algo! ¡¡Vamos!!

Y empezó a correr en dirección a la salida. Kai y yo nos miramos perplejos. Yo no sabía que hacer, ¿Tenía que seguirle?.

De repente, Kai me puse una mano en el hombro y me dijo:

- ¡Vamos! ¡Rápido!

Y empezó a correr detrás de George. Yo le seguí, sonriendo.

Mi plan B había comenzado.

Plan BWhere stories live. Discover now