¿Una pequeña, pero grande pista?

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Doblamos una curva hacia la derecha y nos adentramos en un barrio muy limpio, y a mis ojos, millonario. Llevábamos más de diez minutos andando, y yo todavía no sabía a dónde iba.

- ¿A dónde vamos? - dije, mientras me acercaba a George.

- Vamos a echarle un vistazo a la casa del desapareci...

De repente, George nos empujo detrás de una casa a Kai y a mí, mientras él también escondía con nosotros y se quedaba mirando una casa cercana rodeada de policías.

- Es la casa de nuestro desaparecido millonario - me aclaró Kai, hablando muy cerca de mi oído, lo cual me puso nerviosa, aunque él no lo notará.

Después de unos minutos observando la casa, Kai dijo:

- Vamos, venga, yo las distraigo y vosotros entráis.

Así que, mientras Kai les distraía hablando sobre el tiempo y sobre la soledad del caracol de la esquina, George y yo nos adentramos cuidadosamente en la casa, mejor dicho, mansión del desaparecido millonario.

Nada más entrar, George y yo nos escondimos detrás de una puerta, ya que había muchos más policías dentro que fuera de la casa.

Después de que pasarán dos policías, George y yo retomamos nuestro camino al despacho de nuestro desaparecido, para encontrar pistas.

- Espera fuera, así me avisas si viene alguien... - me dijo George, mientras entraba en el despacho del desaparecido.

Yo, por mi parte, me quedé esperando contra la pared. De repente, escuché unas voces en la habitación de enfrente, y me paré en seco.

- No lo podemos dejar ahí, es muy peligroso, tanto como para ti como para mí.

Yo me acerque a la puerta entreabierta de esa habitación, y me quedé escuchando.

- Tienes razón pero...

De repente, los ojos feroces color miel de ese extraño hombre se posaron en mí.

Me habían descubierto.

Del susto, tropecé y me caí para atrás. El estruendo que hice, alarmo a los policías, ya que salieron de la habitación del desaparecido asustados.

En ese momento, George salió del despacho del desaparecido y echo a correr por los pasillos, mientras yo lo seguía.

Salimos de la mansión y nos acercamos corriendo a Kai, él ya no estaba con el policía de la entrada, el cual había entretenido.

- ¿Qué ha pasado? - dijo, mientras me acariciaba una mano.

- ¡¡Nos han pillado!! - dijo George alarmado.

Los tres corrimos hasta llegar a una pequeña plaza, ya una vez allí, sin ningún policía a la vista, nos tiramos en un banco y nos echamos a reír.

- Bua, ¡¡El policía de la entrada ni siquiera sabía que alguien había desaparecido!! - dijo Kai, mientras todos nos reíamos.

- Bueno, ¿Qué tal si quedamos mañana en el edificio de las oficinas, y hablamos te lo que hemos descubierto? - dije sonriendo.

Recibí la aprobación de los chicos, y despidiéndonos, nos separamos.

En ese momento, me di cuenta de que no tenía dónde dormir, había perdido el vuelo y se me habían terminado los días alquilados en mi apartamento.

Sumida en mis pensamientos, me di cuenta de que mis pies me habían llevado al bloque de mi antiguo apartamento.

De repente se me ocurrió una idea, mire la llave de mi antiguo apartamento y el bloque, y sonreí.

Por probar, no perdía nada, ¿No?

Plan Bحيث تعيش القصص. اكتشف الآن