¿TÚ ERES PARA MÍ ? - VERKWAN

MINGYU

En el momento que entramos en nuestra casa, fui hacia el salón y empecé a sentirme cómodo. Iba a ir allí. Iría al escondite de Jakhua por Vernon.

Por el rabillo de mi ojo, vi a Wonwoo sentado en el sofá, mirando sus uñas. De cara hacia la ventana, pero podía ver por su lenguaje corporal que estaba estresado y completamente perdido en sus pensamientos.

Me centré en mi esposo, aterrorizado por lo que podría estar pensando, luego pensé sobre la misión que estaba a punto de emprender. Iba asesinar a Jakhua y nadie de su clan se interpondría en mi camino.

Iba a hacer esto, sabía lo que Wonwoo sentía acerca de que luchara. Sabía que lo odiaba, pero Vernon necesitaba que lo salvara. Seungkwan lo necesitaba. Hansol lo necesitaba. Y yo tenía que vengar a Hansol de una vez por todas.

Cerré mis ojos y traté calmar mi respiración. No sabía cómo conciliar mi necesidad de matar y hacer lo que era mejor para mi esposo. Eso me estaba produciendo jaqueca. Me dificultaba respirar.

Escuché a Wonwoo moverse desde el sofá, abrí mis ojos para ver que se dirigía hacia mí. Mi esposo se detuvo justo delante de mí, con rostro inescrutable y tomó mi mano en la suya. Miré abajo hacia nuestras manos unidas, y después directamente en sus ojos.

Tenía tanto miedo de lo que diría.

—Siéntate conmigo, lyubov moya —dijo Wonwoo cuando me llevó al sofá. Se sentó, y yo también lo hice. Con la mano de Wonwoo en la mía. Tiró de mí más cerca y besó mis labios.

Wonwoo gimió cuando metí mi lengua en su boca, adorando su sabor dulce en mi garganta. Pero entonces se apartó, inclinado inmediatamente sus ojos hacia abajo. Mi cabeza basculó al lado cuando miré fijamente a mi esposo. No tenía ni idea lo que estaba pensando.

Inhalando profundamente, Wonwoo llevó nuestras manos unidas a su regazo, dibujando con su mano libre pequeños círculos en la parte posterior de mi mano.

La habitación estaba en silencio, aparte de nuestra tensa respiración. Me preguntaba si él quería que le explicara por qué acepté esto ésta noche, si era eso lo que estaba esperando. Me moví tratando pensar en algo que decir, de qué manera poner mis sentimientos en palabras, pero antes de que pudiera decir nada, Wonwoo dijo:

—Es gracioso.

Me calmé que cuando habló, luego se rió sin humor.

»Cuando era joven, solía pensar que el amor lo conquistaba todo. —La mano de Wonwoo temblaba en la mía, y me acerqué más junto a Wonwoo. Levantó su cabeza, con sus ojos azules mirando los míos marrones—. Pero ahora sé que esto no es verdad.

Inhalé profundamente ante su confesión, y el miedo inundó mi cuerpo. ¿Estaba él…? ¿Estaba terminando conmigo? ¿Me estaba diciendo que estaba harto de mí?

Alzando su mano, Wonwoo deslizó un dedo bajo mi ojo izquierdo. Me quedé sin palabras mientras miraba sus ojos brillando con lágrimas.

Llevando mi mano a su cabello castaño, Wonwoo me dio una sonrisa débil y apretó mi mano.

—Ahora sé que el amor conquista la mayor parte. Y estoy bien con esa… mayoría. — Se encogió de hombros—. Nadie en este planeta es perfecto, Mingyu. Por lo que no debería sorprenderme que nadie pueda eliminar todos los demonios de su amante. Que no puedo liberarte de tu doloroso pasado. No puedo hacer que te conviertas en el muchacho despreocupado que eras de pequeño.

No me atreví a moverme mientras Wonwoo continuó hablando. Él se inclinó hacia adelante y besó suavemente mi mejilla.

»Pero puedo abrazarte cuando esos demonios surgen. Y puedo ahuyentarlos con un beso, con una caricia, haciendo el amor.