CAPÍTULO XX

2.3K 261 24
                                    


Viajar todos juntos fue una de las experiencias más divertidas y extrañas que he tenido. Nos mandaron a callar un montón de veces, pero eran casi nueve horas de vuelo y todos unos jóvenes imperativos. Iniciamos bien, durmiendo, viendo películas, matando las primeras horas en un abrir y cerrar de ojos. Luego Harry se durmió a mi lado y cambie de puesto con Hera para estar con Auggie, quien se quejaba a cada nada de haber tenido que dejar a quesito. Luego pude sentarme con Parch y tomar su mano cuando aterrizaba el avión ya que él le tenía un poco de miedo. Fue demasiado adorable como para resistirme a dejar un beso en su mejilla.

-No puedo creer que le temas a volar -dije en un susurro cuando recuperábamos nuestras maletas. Parch era el único que llevaba su guitarra -es un miedo tonto.

-Tú tienes claustrofobia -me recordó dejando en su espalda su precioso instrumento.

-Touché -me cruce de brazos -somos un par de raritos.

Se rió y asintió ayudándome a sacar mi mochila del montón, no llevaba gran cosa porque en casa tenía de sobra. Empezamos a caminar, todos parecían niños pequeños mirando cada cosa en el aeropuerto como si nunca hubiesen estado en uno.

-Mamá dijo que Rodery vendría por nosotros -le avisé a Harry mientras revisaba mi celular.

-allí esta -anunció él.

Apenas vi al señor que era como parte de mi familia, corrí hacia él con emoción y me lancé a sus brazos para apretarlo con fuerza. Lo había extrañado, a él y sus chistes de camino. Él era mucho más que un chofer, era como un tío para mí.

-Bienvenida señorita -dijo acariciando mi cabello -se ve muy bien.

Lo miré a la cara con una mueca.

- ¿para ser Octubre? -noté que eso le incomodo así que sonreí tratando de quitarle la importancia -gracias por venir por nosotros.

- ¡viejo Rodery! -Harry también se le lanzo a los brazos en un aplastador abrazo -tiempo sin verte.

-Joven, ha crecido mucho -susurró entre débiles risas -es todo un adulto.

-A veces -opine yo y cuando mi hermano al fin soltó a nuestro chofer, pude señalar al grupo de amigos -ellos son Auggie, Hera, Raion y Parch -los señalé uno a uno.

-un gusto conocerlos, la señora Hithek me pidió que los llevara a todos a nuestra casa, donde serán bienvenidos y tratados como familia.

Todos agradecieron algo ansiosos, sabía que morían por conocer donde vivimos Harry y yo, eran demasiado transparentes para ocultarlo. Afuera estaba lloviendo a mares, era el clima inestable que recordaba a la perfección. Rodery se encargo de que cada uno tuviera con que cubrirse en la pequeña y corta carrera a la camioneta. De allí tuvimos un largo pero tranquilo trayecto, alejándonos de la ciudad hacia un pueblo alrededor de colinas y un enorme castillo. Todo era hermoso, estaban muy acostumbrados a los turistas que buscaban aventuras. No era capaz de contar todas las veces que me había fijado en algún hermoso desconocido durante las vacaciones. Nunca lo suficientemente valiente para hablarles. Llorando como si fueran el amor de mis vidas una vez se marchaban.

<<No tenía remedió>>

Rodery frenó justo frente a nuestra casa, parecía un pequeño castillo con enormes jardines ahora nublados. Las paredes de piedra en colores pálidos, las puertas y ventanas de madera, dándole un aspecto elegante pero muy antiguo. Bajamos nuevamente apresurados, entramos sin mirar atrás, sacudiéndonos los zapatos y dejando los abrigos en el perchero con ayuda de n nuestra nana. El interior de la casa era totalmente distinto, todo exageradamente costoso, nuevo y elegante.

Mirando La Lluvia CaerWhere stories live. Discover now