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𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝟱

Al día siguiente después de volver de la escuela Apolo y yo estábamos en la piscina, hasta que escuchamos claros gemidos de una chica.

—No sabia que Samy estuviera aquí— digo confundida.

Claudia me da una sonrisa de boca cerrada, —No es Samy.

—¿Y entonces quién es?— le pregunta Apolo, Ares no traería a una de sus chicas de una noche a su cuarto de juegos, solo Samy ha estado ahí.

Claudia suspira, —Creo que es la hija de la vecina de atrás.

Mis ojos casi saltan fuera de mi cara, —¿Raquel?— esta vez fue mi turno de hablar.

—Si, esa misma.

—Oh mierda... esto no me lo esperaba, pensé que se odiaban.

Claudia le sonríe a Apolo —A veces la atracción se disfraza de odio.

Claudia camina con nosotros a la cocina —Quieres un sándwich de jamón?— le pregunta a Apolo.

Ellos chocan sus puños —Ya sabes lo que me gusta.

Claudia ríe —Eres muy fácil de complacer.

—Apuesto que lo es— dice Artemis cagando las buenas vibras que teníamos —Te pagamos para hablar o para trabajar?

—Déjala Artemis— el me mira con desaprobación —No empieces.

El solo se queda observando, Claudia le prepara el sándwich de jamón a Apolo y a mi me prepara una margarita, pone las dos cosas en la mesa y se va con la cabeza baja, Apolo parece notar algo que yo no por que le habla a Artemis.

—¡Oh mierda! ¡te gusta!— yo los miro sin entender.

—De que hablas?— Artemis frunce el seño.

—Te gusta Claudia— vuelve a decir Apolo y yo abro mis ojos en shock.

—Te cayo mal nadar tanto hoy— yo simplemente me mantengo en silencio mientras tomo mi margarita.

—Entonces ¿Por que no lo estas negando?

—No tengo que negar estupideces.

Y con eso se va, Apolo lo persigue y yo voy tras ellos con mi margarita.

Vamos por el medio de la sala cuando Raquel sale del pasillo del cuarto de juegos, estrellándose contra Claudia. Su pelo está hecho un desastre y lágrimas cubren sus ojos, ella va tan en su propio mundo que ni siquiera nos nota a Artemis, a Apolo y a mí. Sale de la casa, dando un portazo.

Artemis, Claudia, Apolo y yo compartimos una mirada de confusión.

Por un momento, pienso en seguirla para reclamarle que casi tumba a Claudia pero creo no es el mejor momento.

—¿Esa no es Raquel?— Artemis pregunta y me sorprende que recuerde su nombre. Artemis solo recuerda lo que le importa. No pensé que nuestra vecina de toda la vida fuera una de esas cosas.

Enojada, camino hacia el cuarto de juegos, Ares me va a escuchar.

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Es domingo, Apolo hizo una fiesta de piscina en la casa y ahí estábamos el combito de siempre, Ares, Samy, Miguel y yo estábamos en el agua, Gregory, Marco y Luis estaban sentados tomando el sol.

Estamos haciendo una guerra de agua somos Miguel y yo, contra Samy y Ares.

Después de que perdiéramos, Miguel y yo nos alejamos un poco y nos pusimos a hablar, él estaba recostado en la pared de la piscina y yo frente a él con un flotador colgada.