Bajo la piel

11. Efímero

Samantha.

¿Cómo podía describir lo que sentí al ver a Emmy enfrente mío con una sonrisa? Mentiría si dijera que no me había provocado nada el que Drew me sometiera de esa forma en el auto. Aún podía sentir sus manos sobre mi agarre mandado impulsos a todo mi cuerpo haciendo que perdiera el control.

Todos los posibles escenarios pasaron por mi mente menos en el que me encontraba, me odie un poco por eso.

— ¿Tu sabias?

— Pues yo te traje ¿no? — respondió dandose vuelta hacía mí.

— Sarcástico, como siempre — dije poniendo los ojos en blanco para sonreír — Ya entiendo porque tanto misterio, debo aceptar que me asuste — la frase dejo mis labios antes de poder detenerla.

No, no quería demostrar debilidad no con él.

¿Cuántas veces diras no?

No.

— ¿Pensaste que serias tan afortunada como para ir a mi cama? — susurro acercándose a mi oído, el recuerdo de su agarre regreso a mi mente. Su aliento cálido chocando en mi cuello para después apartarse con una sonrisa triunfal.

Mirando al frente humedecí mi labio inferior tratando de controlarme.

Oh no.

— Meterme en tu cama sería mi último error — respondí dejando un beso en la comisura de sus labios. Mi mente quedo en blanco ¿qué era lo que sentía? estaba segura que no solo satisfacción al ver su rostro perplejo, era... era más profundo. Disimule lo mejor que pude y me di vuelta cuando mi madre apareció enfrente mio.

— ¡Mamá!

Pude sentir la sonrisa de Drew detras mio.

Capullo.

❤︎

You think it's easy
You think I don't wanna run to you
But there are mountains
And there are doors that we can't walk through.

Mire a Drew mientras deslizaba delicadamente el anillo áureo con diamanticos en mi dedo índice, no podía cree que me estuviera obsequiando algo así, mucho menos que se tomara el tiempo de preguntarle a Emmy que me gustaba. Ella tenía razón tenía una debilidad por los anillos. Mi mirada se desvió a la mano de Drew.

— Gracias, no se... no sé qué decir — dije mirando el anillo con una sonrisa en mis labios para luego levantar mi mirada encontrarme con la de él.

— No digas nada — respondió deslizando sus manos por mi cintura. La necesitad de estar más cerca de él hizo que apoyara mi rostro contra su pecho. Por primera vez después de semanas me sentía segura pero ese sentimiento fue tan efímero.

Jeffrey sostenía su nariz mientras esta le sangraba, los sollozos de Emmy y gritos de Drew resonaban en mis oídos. Jamás pensé que reaccionara así pero una parte de mi lo entendía, si lo que Emmy me conto era verdad Jeff no era precisamente el chico que él quería con su hermana.

Cuando Drew se acercó de nuevo para tomarlo del mentón solo pensé en detenerlo, no quería que hiciera algo de lo que después se arrepintiera así que tire de su chaqueta captando su atención su mirada puesta en mi por un momento para luego soltarse e irse.

— Emmy... — murmuro Jeffrey, ella aún tenía lágrimas en sus ojos, negó con la cabeza para darle la espalda y salir de ahí.

— Hija deberíamos irnos — sentí la mano de mi madre tomando la mía me encontraba temblando, yo ni siquiera me había percatado.