La hija de la difunta princesa Diana y el príncipe Charles heredero al trono. La hija perfecta (o lo que todos creían) .
¿Que pasara cuando conozca un mundo diferente?, ¿qué pasara cuando se enamore de alguien que no es de la realeza?.
La abuela había organizado una sesión de fotos, había elegido los colores que usaría cada quien, el lugar y todo lo que tuviera que ver.
En todos lados se divulgaba la noticia de que los Príncipes de Gales tenían problemas en su matrimonio y que se divorciarian. Y como era de esperarse, la reina no se quedaría de brazos cruzados ya había tomado cartas en el asunto.
—Es bonito este lugar—dije viendo el campo en donde sería la sesión de fotos. —Si, lo es—coincido mamá—¿Has visto el caballo Lory? —No. —Es muy bonito—dijo Harry. Todos fuimos a dónde estaban las cosas, habían un fotógrafo y varios ayudantes. —Su alteza—le dijo el fotógrafo a papá. — el tiempo está perfecto para las fotos. —Si, lo veo. —Su majestad eligió el mejor lugar para ésto. —¿Comenzamos esto ya?— dijo papá ya un poco desesperado. —Si claro. Su majestad coloques detrás de esa banca. Papá se puso dónde le indicaron. —Princesa Diana, puede sentarse de lado izquierdo. Mamá se acomodó en la banca adelante de papá. —Principe William, aquí sentado—indico— Príncipe Harry, al lado de su Alteza Real.
Louise me cargaba en ese momento, esperando a que le dijeran en dónde tenía que estar.
—Y la Princesa Lory puede estar en las piernas de su madre. Louise me llevo con mamá y ella me colocó en sus piernas. —Alguien traiga el caballo— pidió el fotógrafo. Una de las personas de las que estaban allí llevo al caballo y lo puso detrás de Harry y mi papá. —Principe Harry, ¿Podría agarrar las riendas del caballo?. —Si— contesto Harry. —Y ahora príncipe Carlos, coloque su mano en el hombro de su esposa y el otro en el de su hijo. —Listo, todos sonrían y volteen aquí—dijo el fotógrafo— 3, 2 ,1. Listo.
Tomaron algunas fotografías más. Y después mamá sugirió que nos quedaramos un rato más. —Tengo asuntos pendientes en el palacio—nos dijo papá cuando le pedimos que se quedará. —Solo un rato—pidio William. —No— se negó—los veré cuando lleguen. Papá se marchó y en ese momento estabamos un poco tristes, ya que ahora pasábamos muy poco tiempo con el y cuando estábamos con el, el siempre estaba de mal humor. —Vengan niños, vamos a jugar. —nos dijo mamá.
Estar con mamá era lo mejor del mundo, no era por el hecho de que sea mi mamá, pero ella es la mejor mamá. Cuando estábamos con ella el tiempo se pasaba volando y siempre estábamos felices.
—¿Tienen habré?— pregunto después de un rato. —Si— dijimos casi gritando. —Vengan, tengo algo de comer.
Mamá saco la comida e hicimos algo parecido a un picnic, a mamá le agradaba que hicieramos este tipo de cosas, quería que disfrutamos cada momento.
En la tarde, cuando empezó a oscurecer y a hacer frío, decidimos regresar al palacio.
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