𝙎𝙖𝙢𝙚 𝙘𝙡𝙤𝙩𝙝𝙚𝙨. [Hanknow] ©

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¿Incómodo?, si, ninguno de los dos decía absolutamente nada, ambos estaban sentados en una mesa esperando a que sea la hora de la función para poder ver la película.

Todo estaba en silencio hasta que cierto castañito se atrevió a hablar.

— ¿Compraremos palomitas? — Pregunto jugando con sus dedos.

— Cierto, olvide eso, yo iré, tu quédate aquí. — Dijo Minho levantándose y llendose a comprar.

— Aquí estaré.... — Dijo mirando con desinterés todo el lugar.

Jisung veía a su alrededor, habían niños con sus padres, chicos con sus novias, Hyunjin y un chico pelinegro agarrados de la mano.

¡¿Hyunjin y un chico agarrados de la mano!?

Jisung no conoce la palabra, “Disimuló”, así que volteo a mirarlo efusivamente.

Hyunjin se detuvo en seco y miro a todos lados sin poder encontrar de donde venía esa presencia que según él, “Lo estaba mirando”.

— ¿Qué pasa Jinnie? — Dijo el pelinegro preocupado.

— Nada Innie, solo qué, siento que me están mirando.... — Dijo incómodo.

— ¿Otra vez tú y tú maldito ego Hyunjin?, ¡Es él colmo! — Dijo soltando su mano y llendose a la sala de cine.

— ¡No cariño!, ¡No lo dije por ser egocéntrico!, ¡De verdad siento que me miran feo! — Dijo el rubio persiguiendolo.

— Si, ajá, tu mismo dices que todo el mundo te mira porque eres el más guapo del universo.

— Osea si es verdad pero esta vez siento que alguien me está mirando feo. — Hizo un puchero.

Jeongin rodó los juegos y lo agarro de la mano nuevamente para sentarse en sus butacas.

Minho vino con dos tazones de palomitas y miraba hacia la misma dirección que estaba mirando Jisung.

— ¿Que estamos mirando? — Pregunto el pelinegro.

— ¡¿Eh!? — Dijo Jisung parándose de golpe y tumbando un tazón de palomitas que tenía Minho en una mano.

Jisung enrojeció de la vergüenza mientras que todos en el cine lo miraban burlándose.

— No importa, podemos compartir el mío. — Dijo el pelinegro agarrando a Jisung de la mano y llevándoselo a la sala de cine.

— L-lo siento. — Dijo con las mejillas sonrojadas por el toque de manos.

— Está bien, todo el mundo se equivoca. — Minho le sonrió y entraron a la sala.

¡Pero Hyunjin lo iba a escuchar!