Capitulo 7

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"Miel"

Empezaba a llevarme bien con todos los miembros de la familia, tenia mis platicas con ellos, con algunos compartía gustos y con algunos otros ya era normal hacernos bromas. El único con el que no he podido establecer una relación es con Bruno, aveces me evitaba, otras tantas solo saludaba y se iba. Despues de tener aquella creí, al igual que toda la familia, que teníamos una relación de amistad o algo parecido, pero al parecer no, solo fue un comentario de una noche. Me gustaría ser mas cercana a él, se nota que es una persona muy buena, noble y sobre todo divertida.

Levantarme temprano y ayudar se volvio una rutina diaria, me gustaba levantarme mucho antes que los demas, incluso, mucho antes que Julieta, me gustaba dejarle ya todo preparado para que ella solo hiciera su "magia", yo me encargaba de casita, era muy fácil ya que ella me ayudaba. Todos los días exactamente a la misma hora, me acercaba a tocar las habitaciones para que pudieran despertar e iniciar su día.

-Levantense Familia, hoy sera un gran día.- decía mientras tocaba las habitaciones rítmicamente.

-Buenos días, miel.- Escuche a Luisa decir.

-Buenos días.- me acerque a la puerta de Bruno y cuando iba a tocar salio él un poco despeinado.- Buenos días, Bruno.- Me miro y sonrió.

-Buenos días, Miel.- Camino hasta las escaleras y bajó.

Seguí tocando puertas y saludando. Estaba un poco distraída que no note cuando salio isabela y tropecé con ella.

-Perdón.- dije mientras la ayudaba a levantarse del piso.

-Tranquila, estoy bien.- Dijo mientras agarraba mi mano y se levantaba, miro su vestido y se sacudió un poco.- Hay que tener mas cuidado Miel.- y camino hasta las escaleras.

Al parecer hoy estaba un poco torpe.

Comencé a caminar hacia la cocina para ver si Julieta necesitaba ayuda en algo.

-Jul...- Antes de terminar de decir su nombre, empecé a escuchar algunos murmullos.

Decidí irme y caminar hasta donde estaba servida la comida.

Agarre un plato y empecé a servirme un poco de todo, cada que pasaba por el plato de fruta reía, ya que me parecían muy tiernos los cortes que habia echo hoy.

Me habia sentado a comer y todos se empezaron a sentar. Luisa comentaba sobre como hoy la casa de Jose se habia inclinado nuevamente, Camilo contaba como ayudo un rato a cuidar el hijo de doña Inés y Dolores contaba como se sentía al ser novia de Mariano, Era tan lindo ver a esta familia tan unida.

Al terminar todos, me llevé los platos y empecé a lavarlos.

-Miel, podriamos hablar.- en ese momento senti como una mano tocaba mi hombro.

Volteé y era Bruno, ¿Hablar?.

-Si, por supuesto, dime.- entonces termine de enjuagar las tasas que tenia y me seque las manos.

-Bueno...- entonces se rascó la nuca.-No es tan facil.- Entonces soltó un pequeño suspiró.

-Sea lo que sea, dimelo directamente.- sonreí.

-Emm, tuve una vision tuya donde... Te enfermaras.- Y me enseño una placa verde, solté una pequeña carcajada.

-Tranquilo, Julieta con una empanada me podría ayudar.- entonces él lo pensó por un momento.

-Wow, no pude predecir eso jeje.- entonces guardo la placa.

Se volteó y se fue corriendo, solté un pequeño suspiro y susurre.- Hay Bruno...

Iba entrando a la cocina Agustín, me vio por un segundo y dijo.

-¿Estas bien?.- entonces lo mire un poco confundida.- Tienes las mejillas rojas.- entonces toco mis mejillas.- y estas caliente.- toque mis mejillas y era cierto, ¿me enfermare ahora?.

(...)

Al parecer si, de un momento a otro me enferme, estaba recostada en cama tapada con mi manta y una toalla con agua en la cabeza.

-¿Alguien sabe si ya llego Julieta?.- pregunto Pepa.

-No, pero ya no debe de tardar, solo fue al otro lado del pueblo para ir a ver a la señora Crisanta.- Dijo Camilo.

Yo estaba con la temperatura un poco muy alta, juraba empezar a ver alucinaciones.
Se turnaban para cuidarme en lo que llegaba Julieta, por momentos decía tonterías.

Noté como la puerta se abrió por un momento y entro Bruno.

-Me toca cuidarla.- susurro, Camilo se levanto y dijo.

-No vayas a tener una visión, no vaya a ser el final de Miel.- Entonces soltó una risita.

Bruno rodó los ojos y sonrió un poco, se acerco hasta la banca que estaba ahi cerca y se sentó.

-Bueno, ahora entiendo por que no vi que Julieta de curara.- yo lo volteé a ver y suspire, intente agarrar su mano pero realmente me sentía mal.- ¿Necesitas algo?.- asentí y señale el segundo cajón, El lo abrió y saco una caja con un pequeño moño.

-¿Que hora es?.- entonces el reviso el reloj.

-12:10 p.m.- como pude me intente levantar.- No, Miel, Recuestate.- No le hice caso y por fin me pude levantar.

Déjame Verte Y Oírte. (Bruno Madrigal X Lectora)Where stories live. Discover now