🌊. OO1

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El aroma a café llegaba a sus fosas nasales mientras secaba su cabellera, su mirada perdida en algún punto de la oscura habitación, tras terminar de alistarse salió de su baño personal, recogió una que otra prenda tirada en el suelo, y evitó pisar las manchas de pintura en el suelo.
Al cabo de unos segundos se dirigió al comedor, varias mujeres dejaron diferentes platillos en la gran mesa.

—Buenos días joven Gonzalo— saludaron en unísono.

El castaño oscuro les sonrió dulcemente para luego tomar asiento en la mesa, con un tenedor llevo un pedazo de fruta a su boca, su cavidad bucal se llenó de un dulce sabor, tragó el pedazo de fruta para empezar a degustar los manjares sobre la mesa.
Al terminar sus desayuno una de las mujeres le entrego su mochila, esté les agradeció sus servicios.

—Tenga un lindo día joven Gonzalo— habló la mujer canosa.

El castaño oscuro respondió con un abrazo, el cuál duró unos segundos hasta que se escuchó un claxon a fuera.

—Ya me voy, gracias por la comida, tengan un lindo día— habló rápidamente mientras salía de la casa.

Su mirada se encontró con un albino, el cuál se encontraba posado sobre el auto negro.

—¿Nos vamos?— pregunto mientras le tiraba las llaves del auto al castaño.

—Si, claro— respondió tomando las llaves del auto.

Al darle la vuelta al auto, se adentro a este, quedando en el asiento de piloto, con rapidez prendió el motor y empezó una carrera a su escuela.

—¿Otra vez tus padres viajaron por trabajo?— habló el de hebras rojas mientras buscaba algo en su maleta.

—Si, ayer me llegó la pintura Alemana que les pedí— respondió mientras daba un giró —los tonos son fuertes y el degradado toma una buena calidad— habló mientras se detenía por la luz roja.

—Mira— soltó mientras le enseñaba un pincel —no se mucho de pinceles pero mi madre lo compró para mí buen amigo, así que toma— musitó dejando el pincel de madera sobre la mano del contrario.

—Wow, un pincel Turco— dijo mientras observaba los pequeños dibujos que esté llevaba —Suelen usarlos para ceremonias de gran importancia— informó mientras lo metía a su mochila.

Al dar la luz verde el castaño oscuro volvió a retomar la carrera, antes de poder reaccionar una bicicleta pasó por delante suyo, el castaño oscuro frena lo más rápido que pudo, aunque el ciclista no pudo detener la caída.
Los dos jóvenes asustado fueron a auxiliar al ciclista, aunque esté ya se encontraba de pie, Gonzalo se quedó congelado al ver de quién se trataba. El ciclista de quitó el casco, dejando a la vista una hermosa cabellera castaña, sus rulos fueron moviéndose al compás del aire.
Gonzalo estaba embobado con la bella imagen de Andrés, el capitán del equipo de natación, aunque éste claramente tenía cara de pocos amigos.

(///)

Rayos de sol se asomaron a sus ojos, se dio vuelta en busca de oscuridad pura, el sonido de una alarma lo hizo despertar.
Con claro enojó se levantó de la cama, se dirigió a su baño personal, donde se terminó desvistiendo, dejó llenar la bañera mientras se cepillaba los dientes, al terminar se adentro a la bañera, dónde la calidez del agua le daba la bienvenida.
Su baño fue plácidamente perfecto, camino desnudo por su habitación mientras que con una toalla se secaba su rulosa cabellera.

—Alexa— llamó mientras buscaba prendas adecuadas para su día.

—Que se le ofrece Andrés— se oyó por toda la habitación.

Amor deportivo © ˢᵖᵃʳᵗᵒʳWhere stories live. Discover now