Querido tú...

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Lamento que las cosas pasaran así, lamento sentir mucho y a la vez no sentir nada. Lamento pesar en tus pensamientos y que tu peses en los míos hasta el punto de no dejarme ni respirar, pero te amé.

La locura se apoderó de mi cabeza y la ansiedad de mi corazón con cada sonido de mi vida cayendo, no entendía y sigo sin hacerlo. Te di todo de mi sin esperar nada, solo te marchaste como es tu costumbre y no te culpo por sentir menos de lo que esperaba o de lo que esperabas tú. Tan solo el tiempo me ha mostrado que la agonía es infinita y que la fuerza no siempre es suficiente en un corazón roto.

En cada espacio libre te he soñado dormida y despierta, he anhelado chocar con tu mirada y rozar tu mano. Respirar cerca de ti era la droga que más disfrutaba y que al cerrar los ojos puedo imaginarme a centímetros de tu boca o sentir tu cabeza recargada en mi pecho, aunque mi parte cuerda aún me jale hacia afuera de esos recuerdos... solo eso me ha quedado de nosotros.

La vida se me ha ido y te confieso que mi renacer es peor de lo que imaginábamos, me han soltado la mano antes de comenzar a caminar. Me he ahogado cada noche en el mar de lamentos llenos de lágrimas que un día fueron esperanza, la esperanza de estar juntos una navidad, un día o un par de horas.

Escuché que has podido olvidarme, que has podido olvidar cada parte de mí y desearía poder decirte lo mismo, pero cada noche esa energía se apodera de mi y te siento. Te siento frio, te siento distante y te siento angustiado... te veo feliz, pero es como si el universo se parara en mis sueños para decirme que tú también sientes la misma agonía, que has estado perdido a la deriva del desierto de tu mente tratando de encontrarme como yo aún lo hago cada vez que escucho tu nombre.

Pero se que solo es el dolor quien me ilusiona, porque, aunque vuelvas no voy a recibirte y si te marchas no voy a abandonarte porque ya no entiendo cuál de las dos es peor. Desnude mi alma y ese es el acto de amor más grande que pude ofrecerte, me quede sin armas en una lucha contra ti y por supuesto que perdería. 

Perdí desde el momento en el que recostada a tu lado acaricié tu rostro y las lágrimas caían de tus ojos, las pude sentir como mías y me quemaban... tu sufrimiento se convirtió en el mío y me hice una sola alma con la tuya, por eso hoy me siento vacía. Te regale mis ganas, mi esperanza, mis suspiros, mi tiempo, hasta lo más valioso que tenía ... yo.

Querido tú, te extraño, pero estás mejor dónde estás porque no vas a amarme, porque no vas a tomarme de nuevo ni mucho menos vas a entenderme; no vas a sacarme de la oscuridad en donde me sumerjo desde hace tiempo.

Si la vida no me deja encontrarte otra vez, me quedaré con lo más horrible de ti para odiarte y con lo más hermoso para amarte hasta que el sonido de tu voz me envuelva de nuevo y me ate a tu corazón que un día fue mío. Cuando leas esto será muy tarde y con un poco de suerte ya no estaré aquí.

Guárdame en tu memoria y en tu corazón, siénteme en cada respiración y en cada matiz del atardecer ahí es donde podrás encontrarme el día que ya no pueda abrir más mis ojos, el día que me desborde en la sangre derramada de alguna parte de mi. 

Te quiero...

Hasta donde estés.Where stories live. Discover now