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19 de Agosto.

-¡Jimin-shi!- alegremente entró Jungkook a la casa del nombrado- ¿Como estás?

-¡Jungkook!- exclamó con sorpresa Jimin- Bien, ¿y vos? No sabía que habías vuelto de tus vacaciones por Milán.

-Acabo de llegar, pase antes por mi casa para dejar las maletas, quise venir a verte, ya sabes...te extrañe- dijo con una sonrisa tímida.

-Ash, no te pongas cursi, ¿Vamos a un bar a hablar o pedimos pizza?

-Pidamos pizza, yo la pago. ¡Tengo tanto que contarte! Italia es es muy bello país...

Jimin y Jungkook siempre compartieron una gran amistad, eran como hermanos. Jimin era huérfano cuando conoció a Jungkook. Sólo eran unos adolescentes en aquel entonces.

Jungkook, con solo catorce años, se encontraba en problemas, tras haberse perdido caminó a su casa, se metió en un callejón bastante peligroso para un chico de su edad.

Cinco chicos más grandes que el físicamente, intentaron robarle y se sobrepasaron con él. Jeon niño estaba asustado, lágrimas brotaban de sus ojos. Maldecía el momento donde decidió irse solo, en lugar de llamar a su madre para que lo recogiera.

Jimin, con dieciséis años, pasaba por el lugar y vió la terrible escena. No lo pensó dos veces cuando se metió al callejón.

-Déjenlo- sentenció.

El conocía muy bien a esos chicos, tenían la misma edad que él, excepto uno. Namjoon.

-¿Por qué haríamos eso, Jimin?- preguntó con cierto tono molesto uno de los cinco bravucones.

Jungkook no entendía nada, solamente lloraba desconsoladamente. Esos chicos estaban abusando de él.

-Nam- Jimin miró suplicante al nombrado- es un niño...¡imagínate si fuera yo el que está en su lugar!

-Jimin, no te metas, no es tu asunto- dijo con indiferencia Namjoon.

-Dejalo libre o... ¡nuestra relación de hermanos termina en este momento!

Si. Jimin y Namjoon eran hermanos. Ambos tenían formas muy distintas de pensar. Nam tenía dieciocho, por lo que era el que lideraba todo. Siempre se encargaba de procurar que Jimin esté a salvo, a pesar de que eran más los momentos donde peleaban.

-¿Todo por este mocoso?- espetó otro.

-¡Estas loco Jimin! ¿Enserio pensas que vamos a desaprovechar una oportunidad así? ¡El mocoso se nota que tiene mucho dinero! ¡¡Por fin podremos comer!!- exclamó otro lleno de histeria.

-Mejor andate Jimin, no me importa lo que me digas, no lo voy a dejar ir- Jeon empezó a asustarse más, el tenía esperanzas de que ese chico Jimin, lo salvara.

Jimin se llenó de enojo al escuchar las palabras de su hermano. Estaba decidido, estaba cansado de tener que soportar lo mismo de siempre. Jimin no era un ladrón, un criminal. A pesar de que su vida fuera dura, y que no comiera hace días nunca se le pasó por la mente robarle y abusar de un niño.

Jimin le dio un rápido golpe al chico que sostenía a Jungkook, haciendo que ambos, tanto Jungkook como su agresor, cayeran al piso.

-Confía en mi- le dijo Jimin mientras le daba su mano a Jeon, quien con miedo la aceptó- ahora corre- le susurró y empezaron a correr.

Corrieron hasta llegar a un calle donde circulaban más personas y que estaba cerca de la casa de Jungkook.

Al llegar a la casa de Jungkook, los otros cinco se rindieron, no podían arriesgarse a que la policía los viera y los llevaron a la cárcel.

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