Parte 02

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Reaparezco justo para ver delante de mis narices una estatua de cenizas desmoronarse sobre esa alfombra persa que mi madre tanto adora.

Ella, con toda su cabellera roja despeinada y desparramada hasta casi rozar el suelo, jadea pesadamente mientras una mano cubre firmemente su abdomen ensangrentado.

-Tardaron un poco. - susurra ella cerrando los ojos -

Me desmaterializo en un parpadeo, atrapándole antes de que llegue al suelo.

-¡Trae a Mitsuhisa! - ladro levantándola en brazos, para después desaparecer en el vacío -

***

Espero en la antecámara de mi dormitorio. Me levanto una vez más del sofá y camino de un lado a otro.

Jasper deja de mirar la puerta del cuarto para mirarme a mí.
Su ceño fruncido y ojos rojos me dicen que está inquieto, la mirada que me dedica significa que le estoy poniendo más inquieto con mí andar de un lado a otro.

Lo cual puede importarme menos.
Ambos nos movemos cuando vemos salir del dormitorio a la doctora de mi familia acompañada de otras dos enfermeras.

-Va a estar bien. - ríe la principal - Tu prometida va a estar bien.

-No le llames eso. - casi escupo - No es mi prometida. - miro directamente a sus ojos rojos achinados - Aquí no ha pasado nada.

-¿Me estás amenazando? - pregunta solo para mis oídos, pero el ligero temblor que sacude el suelo es captado por todos -

-¿Tengo que? - elevo una ceja -

-Tu compromiso está a salvo conmigo. - ríe, enfureciéndome - Invítame a la boda.

Cuando desaparece en el vacío acompañada de las otras dos Demonios, entro al dormitorio, con Jasper pisándome los talones.

Me recuesto a uno de los postes de la cama y le observo.

Su blanca piel contrasta con las sábanas negras, su cabello ha sido peinado en otra larga trenza, su pecho sube y baja con respiraciones regulares. Descansa en paz.

Coloco una butaca junto a la cama y me siento a ella, uno las manos y apoyo el mentón en ellas.

-Repítemelo.

-Diecinueve pilas de cenizas. - responde Jasper -

-¿Realmente pudo con diecinueve Vampiros e hizo correr a Edgar? ¿Quién es esta chica? - hago una pausa, esperando - No es una pregunta retórica Jasper.

-Evangeline de los Ángeles Eusford. - dice y me sorprendo ante el apellido - Hija de Emilio Eusford, líder de los Cazadores, Cabeza de la Familia. Es una Exorcista.

-Solo los sacerdotes están facultados para exorcizar. - digo para mí mismo - ¿Es una Sacerdotisa? - me sorprendo - Por ello sonrió cuando dije que podía devorar su alma, cuando ella puede exorcizar la mía. - recuerdo - ¡¿Quieren que me case con una Sacerdotisa?! Mi padre enloqueció, la familia de ella enloqueció. - alego llevando una mano a mis cabellos, consternado -

***

Giro sobre mi cuerpo hasta quedar de costado. Me siento tan cómoda y calentita. Ronroneo feliz mientras deslizo mis manos sobre la superficie en la que me encuentro, mis dedos resbalan. Es tan agradable.
Abro los ojos de golpe.

Cortinas de encaje negro y rojo, con bordes dorados cuelgan de pilares de ébano negro, son mecidas por la suave brisa de la mañana.

La manta que me cubre es de color negro, como las sábanas sobre las que estoy acostada.

Luz Where stories live. Discover now