Capítulo 8: Alma retorcida.

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Jeongin suspiró cuando vio que faltaban menos de veinte minutos para media noche, la hora exacta en que había quedado en verse con su fastidioso y amado mellizo. Volteó a ver a Hyunjin y Changbin, fijándose en sus rostros cansados, muertos por dormir un rato.

Habían comenzado con meditación, pero Changbin se distraía con cualquier ruido, inclusive abría los ojos si una mosca pasaba fuera de las ventanas del edificio, por lo que el comienzo básico no había servido para nada.

Luego, siguieron las poses, poses parecidas a las de yoga pero mucho más dolorosas y difícil. Estaban diseñadas para soportar el peso y las articulaciones de su cuerpo con concentración, era tanta presión que si pensabas en una cosa diferente por un segundo, todo se venía abajo.

Era el principio, Hyunjin necesitaba que Changbin lograra entrar en contacto con su mente, que fuera consciente de ella, para que luego fuera consciente de su alma en cada parte de su cuerpo.

El problema es que Changbin era un jodido buen estudiante, las posiciones que Jeongin había tardado en hacer más o menos diez años, él las había hecho a la primera y sin hacer que ninguno de sus huesos crujiera. Hyunjin estaba encantado, diciendo que había encontrado un nuevo compañero para las batallas, pero a Jeongin le extrañaba bastante.

Changbin solo era una quimera, su único poder era volverse invisible, no tenía ninguna habilidad más que ser inteligente de una forma bastante sencilla y el que estuviera rodeado de personas realmente poderosas. Por eso, su facilidad para aprender las formas de control mental y corporal que Hyunjin le enseñaba, desconcertaba bastante.

No es como si tuviera demasiado para pensar en ello, de hecho, ya tenía que irse a infiltrar en una de las Académias más famosas de todo Ashgoun, Academia que no tenía ni la más puta idea de dónde estaba.

Hyun — Llamó al pelinegro que veía a Changbin con los ojos entrecerrados, buscando algún error en su posición, y al parecer dicho error fue encontrado, por lo que, ignorando el que el chico estuviera de cabeza sosteniendo su cuerpo con uno de sus dedos y con sus rodillas entrelazadas entre si, tomó la regla que tenía con firmeza entre sus dedos y le dio un golpecito en el codo derecho, haciendo que toda la concentración de chico se fuera al carajo —

Felix, desde el sofá donde amenamente veía una película, volteó a ver a su novio que de inmediato cayó en el suelo con un estruendo enorme, rendido. Y Hyunjin lo vio con diversión antes de fijar su mirada en Jeongin, quien ya había sostenido a Hyojong Koala.

Me tengo que ir — Dijo, sintiendo el remordimiento atacando su alma cuando vio los ojos de Hyunjin tambalearse, había sido un imbécil al decirle que no se volvería a ir sabiendo que ese mismo día desaparecería nuevamente —

Oh — Dijo en voz baja, asintiendo mientras se cruzaba de brazos. Intentando que no se notara que de cierta forma, le había afectado — ¿Tan pronto?

Sí, quedé de verme con Chenle en un rato — Dijo, haciendo que Hyunjin asintiera de nuevo, mordiendo el interior de su mejilla —

— Bueno, espero que les vaya bien — Dijo con sequedad, dándole la espalda para ver a Changbin, quien lo veía con un puchero desde el suelo —

¿Podrías, por favor, no enojarte conmigo? — Preguntó Jeongin con resignación, viendo la espalda de su mejor amigo con el ceño fruncido. Hyunjin volteó a verlo sin expresión —

No estoy enojado, Jeongin — Jeongin lo señaló con brusquedad, ignorando la exclamación de dolor del Koala entre sus brazos —

¡Claro que estás enojado, me dijiste Jeongin! — Recalcó, sabiendo que Hyunjin casi siempre le decía "Innie". Hyunjin resopló, divertido —

II. Breaking The Soul: The Lost Prince (Hyunknow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora