Capítulo 9: Parásito.

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Definitivamente, Jeongin acertó cuando se imaginó la Academia de Guardianes de Sombras como un castillo viejo parecido al de Hyunjin pero un poco mas histórico que gótico. Lo que nunca imaginó, es que estuviera literalmente flotando en el mar.

La enorme estructura, por lo que podía ver por las ventanas enmarcadas con moldes detallados, estaba flotando a unos metros sobre el mar, y debajo de esta, había una especie de remolino enorme, haciendo que los pasillos oscuros e llenaran con el sonido del agua corriendo.

Ni siquiera sabía las coordenadas de dónde estaban ya que, cuando Hyojong abrió el portal, ellos solamente entraron, luego de que Jeongin metiera al dios en su bolsillo por si acaso, claro.

Así que, mientras caminaban detrás de ese y alto guardián, podía escuchar los gritos de Hyojong en su prisión de tela, dándole golpecitos a su pantalón, aunque no es como si le importara demasiado.

Volviendo a lo de antes, Jisung había tenido completa razón al decir que no tenía idea de dónde estaba la academia, era bastante chistoso la verdad, porque llegó a tener la sospecha de que ahí estaría debido al olor de salitre que se extendía por los pasillos.

Pero no era posible, si Jisung estuviera ahí lo sentiría, lo escucharía.

Jeongin casi podía imaginarse a un Jisung más pequeño corriendo lleno de papeles y pergaminos, gritando mientras se paseaba por los pasillos, riendo con sus amigos y simplemente yendo a sus clases con su arco y sus flechas bajo su brazo.

Sonrió irónico, él mismo se estaba rompiendo el corazón.

— Entonces, ¿qué criatura buscan? — Preguntó el chico cuando doblaron por otro pasillo, parecía conocer perfectamente todos, aunque para los otros dos todos los pasillos eran iguales, hasta las antorchas parecían fotocopiadas.

Seonghwa no los dejó responder ya que se detuvo frente a una gran puerta de madera gruesa con detalles de plata, el chico vio al final del pasillo buscando algún profesor o el vigilante, pero al no ver ninguna presencia, simplemente entró, cerrando la puerta detrás de los dos visitantes.

Jeongin alzó sus cejas, maravillado cuando vio las enormes estanterías llenas de libros de diferentes formas, gruesos y portadas, todos perfectamente puestos en las bibliotecas gigantes, algunos parecían ser usados con frecuencia y otros tenian capaz de polvo con un grosor bastante considerable encima.

El ambiente era bastante hogareño, habían sillas y mesitas que parecían salas de estudio donde aún quedaban unos cuantos guardianes con ojos rojos y cansados pegados en los párrafos que intentaban aprender, así que nadie le prestó especial atención a los recién llegados. Las paredes de color marfil apagado y gastado y el fuego de las chimeneas que proporcionaban el calor, hacían que se viera realmente cómodo y tranquilo.

Las paredes estaban llenas de libros, medían por lo menos unos veinte metros, y habían altas escaleras rodando de aquí para allá, ayudando a los guardianes que buscaban algún tomo que estuviera muy alto. Y de las cosas más sorprendentes, era que habían sombras de diferentes complexiones y formas, con diferentes números de brazos y ojos, que limpiaban y organizaba los libros con tranquilidad, ocultas de las llamas que iluminaban el lugar.

Jeongin se echó hacia atrás cuando un chico pasó al lado de él mientras leía un libro sobre armas malditas y murmuraba cosas sobre ciertas Katanas.

Cielos — Dijo Chenle en voz baja, viendo de igual forma los libros y además, a los guardianes de sombras mayores con ese montón de tatuajes en sus brazos que leían sin descanso y hacían sus deberes —

II. Breaking The Soul: The Lost Prince (Hyunknow)Onde histórias criam vida. Descubra agora