MÁS QUE VENCEDORES [LIBRO #2]

Capítulo 2: LUMINARES EN EL MUNDO

para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;

Filipenses 2: 15

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Lunes...

primer día de clases...

Era un día maravilloso, el cielo estaba completamente despejado, el sol comenzaba a esparcir sus primeros rayos.

Bruna se encontraba desayunando en su casa para luego irse al instituto. Para ser sinceros no tenia ganas de ir, pero tenía que ir si o si.

— ¡Bruna! ¡vámonos o llegaremos tarde! — gritó su padre saliendo de su oficina.

— ¡ya voy! — contestó ella mientras se dirijia a la cocina a despedirse de su madre — ¡adiós mamá! ¡ya me voy!

— ¡Adiós hija! — le dio un beso en la frente — pero cambia esa cara — le dijo al notar el desanimo en su rostro — ¡Sonrie! ¡va a ser un gran día!

Bruna intentó sonreír lo mejor que pudo para luego salir de su casa y subirse al coche donde su padre ya la estaba esperando.

El instituto estaba a solo unos 15 minutos de distancia desde el lugar donde vivían.

En el transcurso del camino, Hector el padre de Bruna, pusó música de adoración e iban cantando, bueno en realidad solo él ya que su hija se encontraba perdida en sus propios pensamientos.

— ¿Qué sucede Hija?

— nada papá, solo que estoy nerviosa...

— ¿Nerviosa? Pero si ya has estado en ese lugar

— Si lo se — soltó un suspiro

— Todo estará bien, Dios está contigo.

— Se que si — sonrió

Pronto ya estaban frente a las puertas del instituto, Héctor se estacionó y bajó del auto, Bruna hizo lo mismo.

Ambos entraron a las instalaciones, Su padre se dirijio hacia su oficina y ella hacía el patio donde había varios estudiantes reunidos.

— ¡¡BRUNA!! ¡¡LEGASTE!! — Exclamó Paola en cuanto vio a su amiga castaña.

— ¡Paola! ¡me asustaste! — Respondió llevándose la mano al pecho.

— Lo siento...— rió — es que estoy muy emocionada por estar aquí.

En realidad Paola había terminado sus estudios a principio de Junio, ahora este año estaba como voluntaria ayudando en lo que fuera necesario y también le darían la oportunidad de impartir algunas clases.

Bruna solo sonrió, la chica rubia siguió hablando:

— ¡oh por cierto! ¡ven te presentaré a mis amigas!