Capítulo 29: LUEGO DE LA TORMENTA

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Tu vida brillará más que el sol de mediodía; tus momentos difíciles serán como luz de la mañana.

Job 11: 17
[PDT]

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Quiero llenar, tu trono de alabanza
Quiero llenar tu trono de adoración
Quiero adorar, postrarme en tu presencia y proclamarte señor.

Todos en la iglesia entonaban ese canto fervientemente sintiendo gran gozo en sus corazones, levantaban sus manos, cerraban sus ojos, se postraban, era realmente un ambiente maravilloso donde la presencia de Dios se manifestaba en gran manera.

Dan sentado en su silla de ruedas era empujado por la enfermera que lo atendía, desde el accidente no había ido a la iglesia pero ese día sintió que debía hacerlo, se puso en la parte de atrás a un lado de las bancas, cerró sus ojos y comenzó a orar.

Alin estando sentada en una de las primeras bancas en compañía de sus padres, adoraba con todo su corazón a Dios, cuando de pronto sintió una fuerte necesidad de orar por Dan, y así lo hizo oraba y oraba por él.

— ¡voltea! — escuchó al espíritu santo decirle, al darse la vuelta hasta la última banca logró ver a un chico en una silla de ruedas agachado, era Dan, su corazón saltó de alegría al verlo ahí.

Se dirijio hasta él, mientras llamaba a otros jóvenes y hermanos para que fueran y oraran por el chico.

Cuando el tiempo de adoración y alabanza terminó, el pastor subió al altar y comenzó a decir.

— yo se que Dios ha hecho algo esta noche, ¿hay alguien que quiera tomar este tiempo y compartirnos lo que sintió? Yo puedo sentir que hay alguien.

Todos se miraron sorprendidos cuando vieron que Dan paso hasta el frente, el pastor le extendió el micrófono, él lo tomó y comenzó a hablar.

— ¡Hola, Dios los bendiga! — Todos respondieron con un "Amén" — yo se que muchos de ustedes se sorprenden de verme aquí, y es que ha pasado casi tres meses de no venir, desde que me fui a España y luego pasó lo del accidente.
Saben, realmente agradezco a Dios por darme una nueva oportunidad para comenzar de nuevo, han sido tiempos difíciles, tan difíciles que llegué a pensar que jamás volvería a ser el mismo, que ya jamás volveria a ser feliz.

Dan soltó un suspiro y luego continuó diciendo:

— Mis padres murieron hace un mes, fue difícil para mi, y más porque no tuve ocasión de despedirme ni siquiera de acudir a su velorio y sepultura.
Desde ese día cuando supe de su muerte, no pude dejar de preguntarme ¿por qué? ¿Qué hice para merecer todo eso?, me sentía tan solo, incluso hubo un tiempo que llegué a pensar que Dios me había abandonado, no quería ver a nadie, no quería hablar con nadie excepto con una chica que jamás se rindió conmigo y a diario iba y me llevaba palabra de Dios — miró a Alin y sonrió — fue un mes completamente difícil para mi, un mes en el que a diario recordaba a mi familia y me dolía saber que se habían ido.
Y hace unos días de tanto que estaba mal todo intente acabar con mi vida, tomé un frasco de pastillas y estaba decidido a tomármelo por completo, solo alcancé a tomarme unas dos o tres pastillas porque luego escuché la voz de Dios hablándome — hizo una pausa — fue algo maravilloso, me hizo saber que terminar con mi vida no era la única salida, que él estaba conmigo y que jamás me había dejado, porque eso pasa aveces que en medio de las pruebas y dificultades pensamos que Dios nos abandona pero no es así, Dios siempre está ahí, pase lo que pase Dios siempre permanece fiel, Dios es fiel.

MÁS QUE VENCEDORES  [LIBRO #2]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant