Preocupaciones

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Naruto

Después de salir de la empresa, Kiba y yo nos dirigimos a una cafetería para ver qué haríamos a continuación. Hicimos nuestro pedido y nos quedamos en silencio, yo meditaba los acontecimientos recientes.

Me quedé sin empleo. No puedo estar así por mucho tiempo, con el dinero que me dieron puedo pagar dos meses de la escuela de Boruto, debido a su nivel intelectual solo pago la mitad porque mi hijo tiene beca, si no fuera así me saldría muy caro.

Suspire cansado y observe a mi amigo, la cuál estaba más serio de lo normal.

---¿En qué piensas? - le pregunto.

Kiba alza su mirada y toma aire para hablar.

---Tengo un conocido que tiene un estudio de fotografía y siempre necesita ayuda para sus eventos, le puedo hablar para ver si puede ayudarnos - responde.

Muerdo mi labio inferior y lo miro con pena.

---Tu conocido no es el que usa ropa extravagante y casi siempre vestía de rosa ¿Es ese? - le pregunto extrañado.

---¡Sí! Es él ¿Lo conoces?- dice mirándome de lado.

Golpeo mi rostro con mi mano.

---¿No es el que murió hace un año? - alzo una ceja interrogante.

Kiba me mira con sorpresa y abre la boca la cual forma un perfecta "o"

---Si es cierto...se me había olvidado, pobrecito si está bien muerto - dice mordiendo su uña.

Ruedo los ojos irónico y coloco mi rostro entre la palma de mi mano. De repente mi celular suena indicando una llamada entrante, al sacarlo miro el nombre de mi Sasuke. Inhale profundamente y luego atendí la llamada.

---Hola amor ¿Que sucede? - pregunto con una animada voz fingida, Sasuke no debe saber que la estoy pasando mal.

---Perdona por llamarte, se que estas en tu trabajo pero acabo de ver mi agenda y hoy saldré temprano ¿Quieres ir de compras? Bueno, también voy aprevachar para comprar una caja de croyones a Boruto ¿Que dices? - me pregunta.

---Claro cariño, sería bueno, los crayones los compraré yo, tú no tienes que gastar - le digo.

---No seas tonto, yo los compro y no acepto un no por respuesta, si te preocupa el dinero sabes que yo tengo hasta para lanzar al aire - suena obvio.

Un nudo se forma en mi estómago y tengo en cuenta que eso es verdad, Sasuke no te necesita trabajar para poder vivir porque el dinero lo tiene al alcance y ahí va una de nuestras grandes diferencias, él tiene el dinero de sobra y yo me preocupo por si tendré para la despensa la próxima semana.

---¿Naruto? - me llama. Salgo de mi pequeño trance con rapidez.

---Claro Sasu, te lo dejaré a ti esta vez - digo forzando una sonrisa, aún sabiendo que él no la vera.

Se despide y yo le mando un beso ruidoso por el teléfono.

---¿Por qué no le pides trabajo a Sasuke? - suelta Kiba de la nada.

Escupo mi café ¿Por qué tenía que hacer esa pregunta cuando estoy dándole un sorbo a mi sagrado café?

---¿Que? No, Sasuke no debe saber que me quedé sin trabajo - digo mientras limpio mi boca con una servilleta.

"Sueños"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora