Perla marina, quien proteje.No fue hasta el tercer día que la impronta de Jacob se despertó, y ese fue su nombre (que ellos le habían dado porque, por supuesto, sonaba mejor que "la criatura" como un thriller viejo o "ella" como si fuera el-que-no-debe-ser-nombrado) aunque Paul solía lanzar apodos por aquí y allá como:
—Hey, hombre, ¿cómo está el pequeño pescadito?—Jacob había alzado una ceja por la palmada ligera sobre su espalda.
O.
—¿Comemos sushi o qué? Ya sabemos que a Jake le encanta el sabor del mar—Quil había botado su bebida por la nariz esa mañana.
Y a veces.
—Leah, amor de mi vida, dime que nuestra pequeña Ariel nada hacia la conciencia—Leah le mordió la oreja en el entrenamiento.
Billy Black, por otra parte, estaba realmente feliz, imperturbable como una sabia secuoya que el viento no puede tirar. Sonrió ampliamente cuando la noticia de que Jacob había encontrado a su impronta se le escapó a Embry; que fuera una criatura diferente a ellos e inconsciente fue el menor de los pormenores, de hecho. Desde ese entonces visitó la casa de Sam con mucha más frecuencia acompañado de Sue porque era imposible que la impronta de Jacob se moviera a su casa. La cabaña era el lugar más seguro, eso estaba bien.
Y mientras Emily aun procesaba la idea de todo Kim lo había asimilado como una esponja, fascinada.
Allí estaba Jacob junto a la cama en una de las habitaciones.
El cabello de ébano se deslizó por sus dedos. Se sorprendió por la suavidad. Una vez atrapó a Leah peinándola incluso. Se había puesto pálida como las sábanas y se escapó después de lanzarle el peine.
Soltando una jugosa risa siguió el ligero toque de sus yemas por la tersa piel de sus mejillas, por el puente de su nariz, hasta las pestañas de mariposas cuando ella abrió los ojos.
Bueno, definitivamente no estaba aturdido como el infierno (él lo estaba).
—Hey…
Sí, no como si continuara con; "¿qué tal, bro? Estoy sobrenaturalmente enamorado de ti. ¿Pizza?".
—Hey…—volvió a repetir.
Sin embargo antes de que pudiera soltar otro vómito verbal ella le estaba tomando el rostro, como una hoja extendida que se estrelló en tu cara mientras ibas en motocicleta, y la mantuvo ahí el suficiente tiempo como para que Jacob procesara la idea de que ella estaba tocándolo.
—¡Hey!—la sonrisa de Jacob fue realmente cegadora (detrás de esa mano que parecía querer sacarle el alma por la cara)
Ella parpadeo.
—Hola—él continuó esta vez deslizando sus dedos sobre la mano que tocaba su rostro para sostenerla.
Pero ella no respondió. Miró del gran hombre frente a ella hasta la mano rojiza. Era una mano muy parecida a la de ella, básicamente, y cada vez que su piel la rozaba podía escuchar el zumbido del mar gritando en su oído. Su lengua se deslizó entre sus dientes entonces, un silbido desafinado escapando entre sus labios y después una bruma de sonidos indescriptibles nublandolo todo.
—Jacob, Emily llama tu cu…Hey…
Jacob sale del trance, como una corriente de agua helada que le cae encima y se da cuenta que está a unos escasos centímetros de ella.
O ella lo quiere como un tentempié o ella iba a inducirlo a la locura para arrastrarlo hacia las profundidades del océano pacífico. Jacob encuentra una aceptación alarmante a ambas opciones. En fin, Leah ha arruinado la propicia oportunidad de descubrirlo, de modo que no es una sorpresa que él cuadré los hombros con una voz rasposa y cruda mientras escupe:—Leah.

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La sirena
FanfictionVampiros prohumanos y cambiaformas en Forks, uno pensaria que eso era suficiente. No es como si tener a otra criatura más hicera la diferencia. Bueno, no es como si ver a Paul enseñandole a una sirena a peinarse con un tenedor significara la gran...