Aventuras en la Sex Shop

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—Llama a mi querido Dong-Gyun y a Jiwon, ¡ahora! —exigía un rubio teñido de ojos a su pareja. Él quería ganar ese premio que ofrecían en su Sex shop favorita, puesto que estaban haciendo una rifa entre los clientes y el mayor premio era un set completo de juguetes sexuales.

Chanwoo sabía que, con alguien como Myung-Dae, no era necesario entrar a una rifa, puesto que el mayor podía fácilmente comprar el set, sin embargo, ese set era el único en todo Corea, por lo que no podía perder la oportunidad de ganarlo, sin embargo, no era el único que lo quería, puesto que habían otras cincuenta personas que lo querían y, para tener más posibilidades de ganar, Chanwoo debía llamar a sus amigos, y eso incluía a Dong-Gyun y a Jiwon.

Como Myung-Dae quería hacer feliz a su sumiso, marcó a los celulares de Jiwon y Dong-Gyun, pero ellos no contestaron, incluso apagaron el celular. Él creía que tal vez estarían trabajando, pero Chanwoo dijo que estaban de vacaciones, por lo que, a menos que fuera un asunto importante, no irían a trabajar hasta dentro de tres días.

—¿Y si realmente están en la oficina por alguna situación importante?

Chanwoo negó. —Deben estar disfrutando sus vacaciones. —el teñido tomó su celular y buscó el número del teléfono de la casa de Dong-Gyun. —Marcales a su casa, van a contestar.

Myung-Dae anotó el número y marcó, esperando a que los chicos contestaran. Mientras tanto, Chanwoo se estaba impacientando, la venta de los boletos para la rifa pronto daría inicio, y solo vendían un boleto por persona, por lo que realmente necesitaban que los chicos contestaran.

Dong-Hee, al escuchar el teléfono sonar, salió de la regadera con una toalla encima, maldiciendo a quien haya interrumpido su relajante baño; mientras que Chanwoo hacía exactamente lo mismo, maldecía a Jiwon por ser un maldito caliente y no dejar en paz a su pequeño Dong-Gyun, ya que el castaño era demasiado inocente para ser considerado un hormonal.

Chanwoo le quitó el celular a Myung-Dae y, al ver que por fin habían contestado, les gritó. —¡Al fin que contestan, dejen de coger y ayudenme!

—¿Hola, imbécil? —Dong-Hee estaba confundida. ¿Quién se atrevía a gritarle de esa manera? —¿Quién demonios llama?

—¿Eh? —Chanwoo despegó el celular de su oreja y miró la pantalla, verificando que Myung-Dae haya anotado bien el número. —Disculpe, ¿es la casa de Ahn Jiwon y Nam Dong-Gyun?

—Sí, soy la hermana de Dong-Gyun, ¿quién demonios llama? —volvió a preguntar la chica.

—¿¡Hermana!? —Chanwoo gritó sorprendido. Quería preguntar sobre lo que hacía ahí y desde cuando estaba aquí, pero la chica de la rifa anunció que en diez minutos empezarían a vender los boletos, por lo que Chanwoo dejó de lado su curiosidad y trató de ser conciso. —Soy Chanwoo, el mejor amigo de tu hermano, una disculpa por molestarte, pero necesito tu ayuda.

Dong-Hee lo escuchó atenta. —Dime.

—Tu hermano y Jiwon no contestan, y yo quiero ganarme el premio mayor de una rifa que harán en mi Sex shop favorita, pero solo venden un boleto por persona, y hay más de cincuenta personas que lo quieren.

—No tienes que decir más. —dijo Dong-Hee. Chanwoo creía que la chica iba a colgarle, pero la chica lo sorprendió. —Pasame la dirección y estaré ahí lo más pronto posible.

—Bien, te la paso, la rifa empieza en diez minutos.

—Entendido.

Y así fue la primera interacción entre Chanwoo y Dong-Hee. Tal como había prometido, la castaña llegó al lugar quince minutos después, puesto que no le quedaba muy lejos, por lo que pudo comprar el boleto sin problemas, y ahí fue que conoció en persona a Chanwoo y a Myung-Dae, quien le parecía más atractivo que Jiwon.

—Dong-Gyun debió de presentarnos antes. —dijo Chanwoo mientras lamía el helado que había comprado. La rifa se realizaría hasta mañana, por lo que aprovecharon que ninguno de los tres tenía planes y fueron de compras al centro comercial.

—Pienso lo mismo, de hecho Jiwon dijo que tú y yo nos parecemos en personalidad. —Dong-Hee comió un pedazo del pastel de queso que le había invitado Myung-Dae, ya que la chica sólo había agarrado dinero para la rifa.

—Y no se equivoca. —respondió Chanwoo.

Tanto a Myung-Dae como a Chanwoo les agradó la chica, tanto que incluso le confesaron la relación sadomasoquista que llevan, claro, cuidando que la chica no se enterara sobre el trabajo que tenía Myung-Dae como BJ MD y sobre cómo Jiwon trabajaba antes de eso.

—Después les pediré consejos sobre eso, me interesa. —dijo Dong-Hee.

—Claro, tú pregunta sobre lo que quieras.

A las dos de la tarde, la pareja sadomasoquista dejó a la chica en el departamento de Jiwon y Dong-Gyun, cuidándola en todo momento de que ningún chico quisiera sobrepasarse con ella por la pequeña falda que tenía puesta ese día.

—Dong-Hee. —Detrás del trío aparecieron Dong-Gyun y Jiwon, quienes habían terminado su trabajo rápido después de haber tenido relaciones sexuales en la oficina del mayor. —Conociste a Chanwoo y a Myung-Dae.

—¡Si, porque ustedes no contestaron nuestras llamadas, malditos hormonales! —les reprochó Chanwoo, a lo que Dong-Hee iba a interferir y decir que ellos estaban trabajando, pero el sonrojo de Dong-Gyun delató a la pareja.

Dong-Hee aún no se acostumbraba a ver esta nueva faceta en su hermano, puesto que su hermano siempre había sido alguien realmente puro. Había cambiado bastante desde que entró a la universidad, y todo por la culpa del lujurioso de Jiwon, pero lo que Dong-Hee no sabía era que Dong-Gyun, desde su pubertad, veía vídeos de hombres masturbándose cada que tenía tiempo.

—Estábamos invitando a Dong-Hee el sábado a ir de compras. —dijo Chanwoo. —Myung-Dae paga. —el pelinegro temió por su dinero. —Podemos ir todos juntos.

—No tengo problema. —dijo Dong-Gyun. —¿Y tú, sunbae?

Jiwon quería pasarla todo el día con su novio en la cama, pero parecía que el molestoso de Chanwoo había arruinado sus planes.

—Está bien.

—¡Bien, entonces nos vemos el sábado! —anunció Chanwoo feliz.

Al grupo se había unido una nueva integrante: Nam Dong-Hee.

BJ Alex 2Where stories live. Discover now