Capítulo 5. El cielo en su mirada

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—¿Entonces tienes planes para el fin de semana? —Elaine me agarraba del brazo mientras caminábamos por el pasillo de la escuela, y su pregunta me hizo pensar en Damon

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—¿Entonces tienes planes para el fin de semana? —Elaine me agarraba del brazo mientras caminábamos por el pasillo de la escuela, y su pregunta me hizo pensar en Damon.

—De hecho sí. Quería saber...si querías salir conmigo.

—¿Una cita? —detuvo el paso y su rostro se iluminó con emoción.

—Sí —contesté—. Bueno...tú, yo, con Damon y la chica que le gusta.

—¡Oh! Cita doble. Nunca he ido a una —frunció el ceño—. Dicen que suelen ser incómodas, eso ya lo veremos.

Negué con la cabeza entre risas.

—Eso me recuerda...que hace mucho que no salimos solo tú y yo —mencioné y sus labios se curvaron en una sonrisa.

—Sólo dime cuándo, ¿okey? Sabes que siempre tendré tiempo para ti —se puso de puntillas y rodeó mi cuello con sus brazos; le correspondí el abrazo colocando mis manos en su espalda.

Al caer la noche me vestía con dudas sobre la elección de mi atuendo para la ocasión; la mayoría de mi armario estaba lleno de trajes de gala.

Opté por una camisa de cuello de tortuga blanco y una gabardina café, tampoco era como que tratara de impresionar a alguien; para Elaine siempre me veía igual.

De repente, tocaron a mi puerta, lo que me hizo saltar en mi lugar y apresurarme a terminar de ponerme la camisa.

—Amm, ¿quién es? Estoy cambiándome.

—Ethan, soy Elijah. Abre la puerta.

Gruñí antes de terminar de subirme el cierre del pantalón y fui a abrir la puerta. La primera reacción de Elijah al verme, fue desplazar sus ojos por mi delgado cuerpo de pies a cabeza.

—¿Por qué te vestiste así un sábado por la noche para un maratón de películas?

Entonces pensé que no tendría mucho sentido mentir ahora, prácticamente le había dado la respuesta en bandeja de plata.

—Okey, me atrapaste —dejé escapar un largo suspiro y mi mano abandonó el pomo de la puerta—. Estaba planeando salir —desvié mis ojos cafés como evidencia de mi derrota.

Él arqueó una ceja.

—Solo espero que no estés pensando saltar por esa ventana. Si te rompes una pierna yo seré el responsable —me advirtió con un dedo acusatorio, lo que más me hizo sentir culpable.

—Lo sé, pero por...favor —pedí con la respiración entrecortada. Si suplicar no lo convencía, no sé qué lo haría.

—Ethan, no puedo seguir cubriéndote —se tocó la frente con las yemas de los dedos; y lo sabía perfectamente, no quería ser el responsable de una discusión con mamá, mentir tampoco era una mejor opción, pero mamá nunca me había dejado otra alternativa—. Eleanor lo descubrirá, y lo sabes —me miró apacible. Sé que solo quería ayudar.

El Cristal del Príncipe  [Cristal#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora