LA RESURRECCIÓN DE UN ANGEL

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El gremio estaba oscuro. No lo recordaba así para nada. El bullicio que había escuchado desde fuera cesó cuando entré. Camine firme, sin mirar a ningún lado salvo el suelo y Levy estaba a mi lado. Notaba las miradas de todos sobre nosotras, pero nadie decía nada. Normal, había cambiado demasiado en estos años. Localicé a Luna y Sting como pude y me armé de valor para levantar la cabeza y acercarme a ellos, sin mirar a nadie mas. Todo estaba en silencio, hasta que Luna se acercó a nosotras, saltando sobre mi para abrazarme.

Alcé la mirada, y lo vi todo mejor, al igual que ellos me vieron a mi. Todo el gremio comenzó a murmurar. Loke, del miedo hacia mi supongo, desapareció. Y estoy segura de que Sting quería hacer lo mismo, dado su rostro, el cual mostraba terror. Observe el gremio mientras me acercaba a el. Todos me miraban anonadados, como si realmente hubiese revivido. Nadie me hablaba, nadie salvo Levy me dirigía la palabra. Cuando llegue al lado de Sting, Levy se acercó a Gajeel y lo abrazo, susurrándole algo que no logré oír. Por su parte, Sting me sonreía tembloroso.

-Puedo explicarlo, Lucy... -en cuanto dijo mi nombre el bullicio se volvió a escuchar, deje a Luna en el suelo sonreí-

-Mas te vale... -me acerqué a la barra, donde una anonadada y embarazada Mirajane lavaba uno de los vasos, o por lo menos lo hacia hasta que Sting mencionó mi nombre- Mira, una cerveza, por favor... -ella afirmó y comenzó a servirla en silencio total-

-¡ME DIJISTE QUE NO SABIAS DONDE ESTABA! -Natsu fue a golpear a Sting, cosa que no me hizo mucha gracia, solo yo y yukino podemos golpearlo. Me puse en medio de amos dragón slayers y agachandome para que el puñetazo de Natsu no me diese, le golpee en el estomago, mandándolo a volar-

-No grites, Salamander. -Dije fría- y tu. -Me giré hacia Sting- hablaremos en cuanto llegue Yukino. No creo que le haga mucha gracia que estés aquí, y menos que hayas traído a mi hija...

-L-Lucy... -Mirajane, fue la primera ajena a mi nueva familia que dijo mi nombre en aquel momento- Tu cerveza...

-Gracias Mira.. -La sonreí, a lo que ella respondió con una sonrisa agradable, que hizo que mis ojos se cubrieran de lágrimas que no podía dejar escapar-

-L-Luce... -escuché como Natsu se me acercaba. Mi piel se herizó. No creía que pudiese aguantar mucho mas todo aquello- S-Sigues... V-Viv... -No le dejé acabar-

-Si, sigo viva. Y no gracias a Fairy Tail, he de decir... -cuando iba a llamar Luna para que nos fuésemos, Majarov empezó a bajar las escaleras desde su despacho. En cuanto me vio, sonrió, a lo que yo respondí con una pequeña sonrisa- Sigue igual de bajito, Makarov -comenté burlona, a lo que Luna se rió-

-Los años no perdonan a nadie, Lucy -se acercó a mi y me abrazó, a lo que yo sin ninguna duda respondí. Echaba de menos a aquel anciano- veo que has venido por la boda... No fue mala idea avisarte.. ~

-M-Maestro... -Gray, que hasta ahora había estado callado a lo lejos con una pequeña niña en brazos, se acercó a Makarov- sabias que estaba viva...

-si -aquel pequeño anciano afirmó con la cabeza-

-¿¡Por que nunca nos dijiste nada?! -Natsu, escandalizado como siempre, lanzó lo que parecia una botella de vino a la pared, haciéndola mil añicos-

-Por que yo se lo pedí -crucé los brazos frente a mi pecho- ¿Para que queriais saber que estaba viva..? Vendriais a por mi

-por supuesto -Gray dejo a aquella niña en el suelo- eres nuestra compañera -y ante aquello no pude evitar soltar una pequeña risita sarcastica-

-Te equívocas, Fullbuster... Deje de serlo en cuanto no confiasteis en mi. En cuanto me distéis una paliza terrible, que si no llega a ser por Saber, si que hubiera estado muerta. -tratana de retener las lágrimas, era difícil, pero lo intentaba-

-Eso no es justo, Lucy... -Fue Levy quien esta vez se levantó a defender una causa que a mi parecer era injustificable- Sabes lo que pasó de verdad.

-Si.. Lo se... Pero eso no quita el que me haya pasado cuatro años en rehabilitación -ante aquello sting se quedó pálido, nadie sabia de aquello. Ante el silencio que se originó en aquel momento, aproveche mi ocasión- Sting, Luna, nos vamos.

Volví a coger a Luna en brazos. Me hacia preguntas que no quería responder. Sting en cambio solo me miraba con lástima. Se veía que estaba apunto de llorar, aunque tratase de ocultarlo, para no preocuparlos. Luna de vez en cuando hacia una tonteria para hacerme reír, al igual que sting, pero eso no arreglaba mucho.

En cuanto llegamos al apartamento, deje a Luna a cargo de Sting y me metí en mi dormitorio, poniéndome a llorar en cuanto cerré la puerta...

☆EL SECRETO DE UN HADA SIN ALAS☆ [ 1/2 ]Where stories live. Discover now