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𝐴𝑛̃𝑜 1014

El Clan Ōtsutsuki fue cayendo en desgracia cuando los primeros hijos que intentaron concebir la familia principal salieron muertos.

Temiendo que esto arruine su reputación intentaron por todos los medios convencionales posibles poder tenerlos.

Fue así que su búsqueda los llevó a una secta, una que era conocida por su gran fe y adoración a demonios.

La Secta Behemo.

Le matriarca del Clan Ōtsutsuki, Megour, fue la que se encontró con la secta, dirigiéndose sin dudar de sus métodos.

Cuando llegó a ese lugar se encontró con pocas personas a lo lejos en un lugar bastante oscuro, camino lentamente arrastrando su jūnihitoe por el pasillo hasta al fin entrar en el el templo.

Ahí estaba el que ella conocía como el líder del culto y por lo menos quince personas más.

-Así que ya te decidiste ¿Eh?-Le pregunto el líder

-Si, pero usted está seguro que así yo engendraré a mis hijos-Pregunto sin nerviosismo alguno, tal vez iba más dirigido a un tono curioso

-Si, pero debe hacer todas las cosas que le decimos si no, esto no funcionará-El hombre se dirigió a la mujer y la hizo sentarse en el centro, las personas que se encontraban allí adentro formaron un círculo al rededor de la mujer

-Primero, por cada hijo que usted, mí señora, quiera tener, va a requerir un sacrificio de sangre, y antes de que diga algo, entienda que para nosotros, la muerte es vida, por lo tanto, una cosa lleva a la otra, además por qué ellos puede ser felices con sus hijos y usted no y segundo, debe tomar un medicamento por así decirlo-La mujer simplemente asintió con la cabeza, reconociendo las palabras que eran dichas por el hombre

-Entonces el sacrificio de alguien puede ser vida ¿Eh?-Soltó la mujer más para si misma que para los demás

-Exacto mí señora, ahora lo único que debe hacer es esperar un día hasta que terminemos de hacer el "medicamento" y se lo llevará la hermana Jahime a su residencia y allí empezarán ustedes los preparativos-Dijo para dirigirse a la mujer antes nombrada

-Bien-Sin decir nada más la mujer se retiró

Y así la mujer espero pacientemente a la llegada de la seguidora llamada Jahime, así también con ayuda de su esposo consiguió a cinco hijos de los sirvientes para que sirvan de sacrificio.

Al llegar el tan esperado día Megour espero las indicaciones de Jahime y empezó la ofrenda para el Dios Behemo.

A media noche en el punto más alto de la luna, acostaron a Megour en en un tatami, y con un tantō cortaron la garganta de los niños volcando su sangre en una vasija en forma de dragón, de cerámica por lo que la matriarca pudo ver.

Jahime con un mortero mezclo vinagre y seis Lirios Azules, después de que quede bien mezclado lo tiró en la vasija.

Se lo dio rápidamente a la mujer tendida en el tatami y está se lo bebió, dando asi una oración al Dios.

𝐴𝑛̃𝑜 1015

Nueve meses después dio a luz a cinco hijos, cuatro hombres y una mujer, pero para sorpresa de la mujer todos ellos tenían una apariencia extraña, casi celestial.

Y aunque para los sirvientes los niños nacidos eran demonio, a los señores del clan era un regalo traído del cielo.

Y así cada uno de ellos fue criado con amor pero con distinción.

No era una sorpresa para nadie que viera a la familia el evidente orgullo que mostraban por los recién nacidos.

Y mientras los años pasaban, la belleza de los niños se hacía evidente, pero también crecieron al rededor de ellos, luego de que empezarán a circular rumores de su nacimiento.

𝑀𝑜𝑜𝑛 (𝐾𝑁𝑌 𝑥 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟) 𝑌𝑎𝑛𝑑𝑒𝑟𝑒Where stories live. Discover now