05

695 168 12
                                    

La hora de comida nunca había sido
tan incómoda. Tener que esconder
mi tristeza y luego tener la mirada
de Jimin sobre mí, de manera tan
acusadora, colmo mi paciencia.

—¿Podrías dejar de mirarme?—pregunto con molestia.

—Soy libre de mirar a dónde yo deseé—responde igual de molesto metiendo a su boca un pedazo de pan que come torpemente.

Bajo la mirada hacia la carne de mi plato y respiro hondo, si me enojaba perdía, no tengo nada que reclamarle.

—De acuerdo. Sé que soy tan atractivo que no puedes dejar de mirarme.

—Seguramente el tipo de ayer te lo repite constantemente—gruñó y por un momento senti la esperanza de que se trataban de celos—. Ni creas que me creí eso de que son solo "amigos".

—¿Y que si fuera algo más?—me levanté caminando hacia la sala y detrás mío él también se levantó.

—Tienes que decirme quién es. Jamás lo había visto y lo traes como si nada a la casa—su voz sonó más tranquila—. Pero yo me enfurecí aún más.

—Tú traes a Sua. Déjame en paz a mí.

—Sua es diferente. Es mi novia y te la presente formalmente—su mano se posa en mi hombro y niega con la cabeza—. Tú nunca me hablaste de ese tal "Taehyung".

Me alejo con brusquedad.

—No eres mi madre ni tenemos lazos sanguíneos para que te informe de todo lo que hago.

—¿Qué te pasa? Últimamente estás tan irritable—se aleja totalmente enojado y suspira frustrado—. ¿Sabes qué? Me largo al trabajo y cuando quieras hablar conmigo de manera educada me avisas.

Lo observo tomar sus llaves y después de un fuerte azotón a la puerta me quedo solo. Creo que ya no puedo soportar el hecho de tenerlo cerca y no poder hacer nada, este amor se  volviendo un dolor muy extenso. No quiero discutir por todo, solo quiero que él sea feliz y así conseguir mi propia felicidad.

Taehyung.

No. No puedo siquiera empezar una relación sin arrancarme estos sentimientos.

[...]

Al salir de la casa estuve a punto de subir a mi auto cuando ví como aquel tipo que llegó con Hoseok se estaciona unas cuantas casas antes.

—¡Oye tú!—le grito para llamar su
atención.

El tipo rápidamente se enfoca en mí y me sonrió como si fuésemos amigos de años se acerca.

—Oh. El chico mete mano.

Aprieto los labios viendo aquella sonrisa burlona—. ¿Qué es lo que pretendes con Hoseok?, ¿son pareja?

—¿Pareja? No, no. Solo pasamos el rato juntos—responde como si nada y sentí mi sangre hervir. ¿Solo estaba usando a mi preciado amigo?

—¡Ni te atreves a hacerle daño! Hoseok es sumamente importante para mí—me acerco tomándolo por el cuello de la camisa—. ¡Te romperé la cara si lo haces llorar!

—¿No crees que solo estás escapando como un cobarde?—me aleja suavemente—. Diciendo esto y lo otro cuando tú mirada me dice que lo sabes.

—¿Saber qué?—pregunto confundido y camino alejándome de él.

—Que eres tú el causante de todo
su dolor—dice haciendo que me
detuviera en seco.

Y no le contesté. Porque me sentí
patético al saber que un extraño pudo
leer mis sentimientos de culpabilidad.

Cuando ames |TaeSeok|Where stories live. Discover now