Sabes

42 22 0
                                    

Eduardo.

Ayer tuve una charla con Jorge, una charla que me ha dado más alas de esperanza para comenzar el vuelo llamado, estar por mi cuenta...solo por un tiempo.

Al final decidimos que saldríamos temprano de casa para así llegar con bien a la escuela, con bien y a tiempo. Las clases comienzan en una semana, así que aún tenía tiempo para conocerla, ver sus programas y los ámbitos mejor desarrollados.

Pero no me imagine que saldríamos a las cuatro de la mañana, Jorge nunca me menciono sobre la hora, y ahora, estoy en el baño con un sueño terrible sin mencionar la flojera, no, que digo flojera, la hueva que me provoca ir hacia ese lugar tan temprano.

—¿Listo hijo?, tenemos que salir antes de la cinco para llegar haya a las dos a más tardar, corre que aún tengo algo que darte.

—Ya voy...

—¿Mucho sueño?

—No.…para nada—Jorge solo rio para después retirarse de la puerta del baño, así dejándome solo para poder arreglarme con tranquilidad.

No podía creer que, si lo iba a hacer, voy a estar lejos de aquí, posiblemente mucho tiempo, aunque la decisión está tomada y las ganas no se iban a ir muy fácilmente, aún tenía miedo.

Pero arrepentirme no estaba en la lista de posibilidades. Después de una charla motivacional en el espejo del baño conmigo mismo, decidí arreglarme como se debía. Las cosas que Jorge me había comprado eran las que iba a portar en el viaje.

—Eduardo—Jorge me estuvo esperando en el pasillo durante todo el tiempo que estuve adentro, ahora me daba vergüenza saber que posiblemente me había escuchado—cómo últimos regalos te quiero dar esta maleta, posiblemente no son los regalos que esperabas, pero créeme que te será de mucha ayuda. Y el segundo seria este—al estirar la mano para aceptar el regalo, rápidamente pude descifrar el famoso obsequio.

—Un...rosario.

—Sí, te va a cuidar, este te lo estoy confiando mucho, cuídalo.

—Claro que sí. Muchas gracias Jorge, enserio no sé cómo agradecerte todo lo que hizo por mí, jamás lo voy a olvidar y en cuanto pueda, se lo daré de vuelta.

—Sería un lindo detalle volverte a ver, pero no es necesario que regreses esto, por algo son regalos. Ahora ten, guarda todas tus cosas en esta maleta y en la mochila te llevas lo que compramos para que comieras, eso te durará máximo dos semanas, pero no te preocupes que yo te voy a estar mandado dinero para que tú no te preocupes.

—Enserio que no sé cómo expresar lo agradecido que estoy con usted.

—Cuando me traigas tu diploma, y cuando te gradúes, esa será mi paga, verte por fin como tanto anhelaste verte.

Me limpie unas cuantas lagrimas que tenía en el rostro para poder tomar la maleta e irme a mi cuarto para poder guardar y acomodar todo. El único incidente, fue cuando vacié mi mochila, ahí encontré un cuadro de mis padres, ambos eran muy jóvenes en ese entonces, se veían realmente felices.

—¡Eduardo! Ya es hora. Vámonos—rápidamente avente todo lo que quedaba en la cama en la maleta para poder bajar con mayor rapidez.

Jorge ya estaba en la puerta esperándome con Spike, antes de salir nos aseguramos que todo estuviera apagado para irnos con mayor seguridad. Ambos me iban a acompañar en este viaje que nos iba a llevar más de cinco horas.

En cuanto la camioneta de Jorge encendió, sentí en mi un sentimiento muy extraño, era algo que simplemente no podía expresar, emoción, tristeza, agradecimiento, paz, alegría, todo me inundaba en ese instante.

En Busca de un Hogar 🏳️‍🌈Where stories live. Discover now