¦ XX ¦ Hermandad ¦

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| Música de Multimedia: With a little help from my friends - The Beatles |

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"Nuestra amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo".

Richard Bach—.

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Tristán



Apenas había pasado media hora desde que abandonamos la Academia de las Artes y mi mejor amigo estaba desvariando acerca del sentimiento que le provocaba la temida Karen Gutierrez, él estaba loco por ella y las palabras solo salían de su boca, repitiéndome una y otra vez todos sus atributos físicos. Seguía ebrio y estaba intentando llevarlo hacia el lugar donde nos conocimos, el mismo lugar donde prometimos ir cuando ocurría el código Mannaggia.

—¿Pero sabes qué es lo que más me encanta de ella? —cuestionó Jaiden, separándose y caminando directo a la barricada de madera que separaba la carretera del risco. Habíamos pasado a Campo Paraíso por el kit de emergencias que le había pedido a la Sra. Ackerman con una semana de antelación, ella estaba feliz por ayudarme—. Su labia, Yadiel, ¡su labia!

—¿Te atraen sus labios? —pregunté erróneamente de forma intencional, intentando mantener la conversación en ese tópico, alejando su mente del mal trago que fue encontrarnos con Chiflaculos. Él se detuvo y negó efusivamente—. ¿Entonces?

—¡Su facilidad con la palabra, mi hermano! —explicó, acercándose a mí mientras usaba su dedo índice para tocar el lugar de mi corazón—. Ella es mejor con las palabras que yo, un simple poeta de cuarta.

—No eres tan malo —expliqué, quitando su dedo de mi pecho. El italiano aplanó sus labios y estiró su mano, suspiré y de la mochila extraje un cartón de jugo de un cuarto de litro, se lo entregué y él feliz lo llevó a su cara—. Eres el mejor que conozco con las palabras, me has sacado de varias.

Alessandro hizo su característico gesto de forma tan exagerada que perdió momentáneamente el equilibrio, me apresuré a atraparlo pero fue más rápido y se detuvo con la gracia de un animal recién nacido mientras comenzaba a reír. Negué rotundamente y lo volví a tomar sobre mi hombro.

Quedaban escasos metros para llegar a la playa y el descenso de la pequeña loma me daba miedo, había rumores de que anteriormente en Ment Valley muchos estudiantes y habitantes terminaban desaparecidos a causa del estrés. Afortunadamente esa época quedó muy atrás, antes de que Soto's Industries comprara la mayoría de la ciudad.

—Estoy seguro que me entiendes —siguió mi mejor amigo mientras bajábamos la pendiente, podía escuchar el sonido que producían las olas al romper en el peñasco. Él metió la pajita en el cartón de jugo y comenzó a beber—. A ti te trajo loco Elizabeth por unos... ¿cuánto? ¿seis meses?

La Música que nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora