18 Salir

41 3 7
                                    

- Me quedé sólo en la habitación con todos mis pensamientos, no sabía muy bien cómo aceptar todo esto.
Y tampoco coml reaccionaria delante de ellos ahora que sabía todo.

Me levanté, y mire por la ventana, la tarde estaba fresca, se veía a la gente con abrigos y gorros.

Mire hacia la puerta de la habitación, y no sé porqué pero necesitaba salir del hospital. Algo me llamaba, y tenía que salir de esa habitación.

Me vestí, rápido, me puse unos tenis y una sudadera y un gorro de lana, de mi tío Peter, escuche ruido, me acerque a la puerta la abrí despacio, mire hacia los lados, no vi a nadie, y sin pensar en nada más salí corriendo de allí.

Empecé a correr, salí por la parte de atrás del hospital, ya había encontrado esa salida otras veces, me acerqué a la puerta de atrás del hospital miré y al no ver a nadie salí corriendo.

La verdad, corría sin saber muy bien hacia dónde iba, sólo se que tenía que alejarme durante unas horas de todo y de todos, se que me matarían al enterarse, pero no podía estar allí.

Corrí directo hacia el bosque, empezó a llover y a hacer algo de viento. Hacia frío y la verdad con las prisas, no había cogido ni un abrigo.

Me pare de repente, dios mi pecho ardía y llovía un montón, mire a mi alrededor y me di cuenta que estaba en el cementerio familiar.

No me había ni dado cuenta, del trayecto que seguí para llegar y estaba delante de la lápida de mi primo, no aguante más y me caí de rodillas frente a ella, estaba cansado, tenía frío y empecé a tóser, pero tenía que estar allí.

-Lo siento....., yo ........ dios.......lo siento, le dije tocando su lapida. Mis lágrimas caían por mis mejillas mezclándose con la lluvia que seguía cayendo..

-Tú tenias que vivir, eras un hombre lobo, Tú serias más fuerte que yo, más importante y tenias que vivir con los mejor tíos del mundo.
Yo..........no podía seguir hablando, empecé a sentirme mareado y cansado. Me apoyé contra la lápida tocando con mi mano la tierra.
Noté como crecía la hierbas alrededor de mi mano y por donde estaba la lápida.
Cerré los ojos.

- ¿Dylan?....ehhhh dyl....escuche una voz lejana.
Abrí algo los ojos, estaba en otro sitio, era un sitio cálido, ya no llovía, y hacía sol.
¿Dylan?.... hola, ehhh aquí mirame. Gire mi cabeza y ahí vi a un chico de mi edad, con cejas pobladas y ojos claros, era la mezcla perfecta de mis tíos, y esa sonrisa típica de los Hale.

-Mirame y atiende bien, soy tu primo, y mayor por cierto me dijo alzando una ceja (tipico).
Si, y aunque por unos minutos soy mayor, por lo tanto escuchame bien.

- Me dijo, acercando su mano, a mi hombro.

- Todo está bien, yo estoy bien, mi vida sería, un sufrimiento, y la tuya también, para mí no había solución para ti si.
Y nadie mejor que tú para seguir llevándome vivo porque estoy aquí, me dijo tocando mi corazón.

- Mis padres, se mueren por ti, y te quieren como a su hijo.
No te culpes porque te hace daño a ti, pero también a tus padres y a los míos. Me dijo con una sonrisa llena de paz.

- Lo mire, y le hablé. Tú no tendrías porqué morir, no es justo, le dije cogiendo su mano, los tíos no tenían porque sufrir, ellos querían un hijo, y es como si yo se lo quitara.

-Dylan, tú no le has quitado un hijo, mi destino era estar aquí y guiarte desde aquí.
Vas a ser un gran druida, tienes poderes que serán increíbles.
Y mis padres estarán ahí siempre para ti.
Por favor no hagas esto y prometeme que te cuidaras y les darás todo el amor que yo no pude a mis padres.
Diles que estoy bien y que los quiero con locura.
Tienes que regresar, te están buscando y te estás poniendo peor.

-Dylan, recuerda que yo estaré siempre que me necesites y sólo necesitas llamame.
Y piensa que en la vida, pasan estas cosas por un bien mayor. Te quiero primo.

-Te quiero, le dije envolviendolo en un abrazo. Y volviendo a quedar todo un una gran oscuridad.

- Abrí un poco los ojos, escuchaba como me llamaban y reconocía esas voces eran mis padres, mis tíos.

- Tenía frío, y estaba cansado, tanto que me costaba hasta hablar, cuando vi la sobra de alguien acercándose.

-¿Dylan?, dios Dylan pequeño, vi como se acercaba corriendo.

-Está aquí, lo he encontrado, decía.

-¿Tío?.....(tos).....tío.....Peter........(tos),
Lo sien....to, lo ..vi..yo.....empecé a llorar y a toser y tenía mucho frio.

- Mi tío, me puso algo encima, tranquilo pequeño tranquilo. Todo va a estar bien te lo prometo todo estará bien.

- Dylan dios, dijo mi madre, está ardiendo, tenemos que volver al hospital.
Escuche hablar a mi padre.

- Noté, como me llevaba en brazos, me metieron en el coche y abrí un poco los ojos, vi a mi tío llevándome pegado a su pecho en la parte de atrás del coche y mi padre conduciendo.

Noté la caricia de mi tío sobre mi pelo mojado, y volví a cerrar los ojos estaba agotado.
Me volví a quedar inconsciente.

La Familia es lo más importanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora