Excepto, que desde esa tarde en que conoció a Tyler, la vida de Chlorine se desestabilizará, iniciando una sucesión de extraños eventos y confusos recuerdos de su infancia que harán dudar a Chlorine de todo, por lo que deberá tener cuidado en quién confiar, y mantener siempre la guardia en alto.
El peligro la acecha, debido a una obra perdida que Chlorine conoce y ha investigado. Sólo quedará una opción: buscar ese libro.
Uno de los libros más importantes de la humanidad que ha sido escondido. Y con él, una verdad imposible de creer o aceptar: los humanos, no son los únicos que habitan la Tierra. En el pasado, han caído otras criaturas. Seres sobrenaturales que caminan entre las personas sin que se sepa de su existencia, más allá de la ciencia ficción.
Las criaturas fantásticas existen y Ademia es una de esas. Fuerzas oscuras, enigmáticas e invisibles rodearán a Chlorine. Y deberá descubrirlas —o recordarlas—, para poder enfrentarse a ellas.
La búsqueda mostrará en qué consiste en verdad ese libro escondido, quién lo tiene y porqué. Lo que la hará correr por su vida y tratar de hacer que este regrese a las manos de su auténtica dueña, descubriendo que está más cerca de lo que creía.
En ese proceso, encontrará más que lo que buscaba. Habrá muchas preguntas por responder:
¿Quién es ella? ¿Quién es Tyler? O, mejor dicho, ¿Qué es? ¿Y por qué lo siente tan familiar?
Estar junto a él provocará en ella sentimientos confusos y abrumadores, visualizando imágenes de un pasado olvidado que tratará de emerger.
Nada es lo que parece. Nadie es lo que parece; especialmente Chlorine.
Un camino para descubrir su identidad y descifrar quién es Ademia.
¿La lleva adentro como si fuera un objeto, una carga, o es la auténtica entidad que existe?
Creerá que está loca, que hay algo mal en ella, a no ser que... todo sea verdad. Simplemente hay que descubrir cuál es esa verdad.
Lo que parece indiscutible, es que la diosa tiene que despertar. Pero ¿qué ocurrirá cuándo esto pase? Las consecuencias pueden ser catastróficas o, simplemente, reales.
Cuando el caos que intentó por mucho tiempo mantener oculto y controlado se vuelve realidad, mostrará la substancia de la naturaleza de Ademia: su poder. Llegará el punto en que no podrá negarse más a la verdad. La realidad de quién es, lo que puede hacer, a quién ama y quién es su salvador.
Es una novela juvenil de fantasía, de una autora joven, con talento para contar una historia entretenida, fantástica, con toques de diversión, suspenso y drama, que tomará la historia más conocida sobre el origen de la humanidad en el hemisferio occidental para darle un giro mágico.
Cuenta con 23 capítulos de corta duración. Se lee fácil y rápido. Hay pocas faltas ortográficas, la mayoría se relacionan con las tildes, aplicadas a palabras que no las llevan o, por el contrario, la falta de ellas.
Una vez que se inicia, será difícil dejar de leer hasta llegar al final por el relato grácil, elocuente y dinámico.
La narrativa es muy buena, clara y simple, logrando ubicarnos en el centro de la historia como si estuviéramos junto a los protagonistas, lidiando con sus aventuras. Se puede percibir el miedo, la incertidumbre, la desesperación y la angustia en las líneas plasmadas.
La obra despierta la curiosidad desde el principio. Y cada capítulo deja caer una nueva pieza del rompecabezas de manera de dejar al lector con algo de sorpresa y ganas de seguir descubriendo más.
Hay profundidad en los puntos focales que parecen ser el epicentro de la historia, como es la confusión en la identidad, en la existencia, con un guiño hacia Descartes.
¿Quién soy? Descubrir, conocer y aceptar esa verdad es lo que deberá enfrentar a lo largo de las líneas, en una lucha interna, con los propios demonios.
¿Qué ocurriría si tu nombre no es tu nombre? ¿Si tú no eres quien crees que eres? ¿Y si lo que piensas que es real es una ilusión creada por tu mente atormentada? ¿Cómo te sentirías?
Es básicamente, una historia de autoconocimiento. No necesitamos descubrir poderes mágicos, sino, quiénes somos en realidad.
Qué nos hace ser quiénes somos.
Qué es real y qué es fantasía. Quién miente y quién es el verdadero salvador.
Y hasta dónde podemos negar lo inevitable.
Porque Chlorine —o Ademia —, es más de lo que ella misma cree ser. Negar lo que uno es, lo que puede hacer, sólo es tapar el sol con un dedo. Aceptar lo que somos, es potenciar lo que podemos ofrecer.
Por último, no se puede obviar que el amor es una fuerza que moviliza al reencuentro de sus protagonistas. Aunque demore una vida, o varias; un mundo, una realidad o incontables de ellas. Tiene un final inesperado que hará saltar al lector hacia la siguiente parte de esta biología para terminar de desentrañar la aventura que hará que nuestra cabeza explote una vez culminada.
