Coffee [ Kakucho Hitto x Oc ]

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┏━━━━°⌜ 赤い糸 ⌟°━━━━┓

-ˋˏ [コーヒーをいかがですか?.] ˎˊ-

┗━━━━°⌜ 赤い糸 ⌟°━━━━┛

─╰* .25/05/19.° •╯─

ೃ⁀➷ 09:00 AM

Me encontraba en la puerta de mi casa con unos bolsos en los cuales se encontraban la ropa y otras pertenencias de mi pequeño y adelante de mí, Hajime siendo consolado por mi mientras me abrazaba fuertemente.

- Mami, no me quiero ir- lloriqueaba entre mis brazos

- Yo tampoco quiero que te vayas, Hajime, pero debes irte con tu padre- Traté de demostrar fortaleza.

- Señorita Hana, debe entregar el niño a su padre- ordenó uno de los oficiales.

- Ya voy, ya voy- me volví hacia mi pequeño- Nunca olvides lo mucho que te quiero, espero verte otra vez mi pequeño, se felíz con tu padre.

Hajime soltó un chillido mientras las lágrimas se amontonaban en sus ojitos, le di un último beso en su frente para luego tomar los bolsos junto a una de sus manitas y acercarme a su verdadero progenitor.

- Por favor cuídamelo bien- me dirigí al padre de Hajime.

El solo asintió en silencio y tomó la mano de mi bebé con cuidado y con la otra los bolsos para luego comenzar a desplazarse a su auto, mi pequeño volteó por última vez y se despidió con su manita yo alcé mi mano como aquella vez.

El auto del señor y las patrullas se fueron del lugar, entré a mi casa, ya lo había despedido y sentí que me desplomaría en el suelo, ahora sí me encontraba realmente sola, ahora no podía sentirme más miserable.

La soledad de mi hogar nunca había sidonun gran problema, de hecho amaba mi independencia y el estar sola, sin embargo me había acostumbrado tanto al tener a mi niño, era mi serotonina más pura.

Necesitaba algo que me hiciera sentir mejor, el café, su olor, su sabor me hacía sentir mejor, caminé como pude sujetándome de las paredes sosteniendo aquella sonrisa.

El agua seguía caliente, solo prepararía un café instantaneo, no tenía ni siquiera la motivación de hacer algo mucho más elaborado, al poner el azúcar y comenzar a revolverlo no pude evitar pensar en el.

Siempre encontraba que aún así fuera café instantaneo o uno más elaborado era el mejor del mundo, una lágrima se deslizó por mi rostro, quise beber de la taza paro al tomarla con mis manos la tiré al estar tan caliente.

Producto a eso logró estrellarse contra el suelo, ahí fue cuando pude notarlo.

Era la taza de Naoto.

Rota.

Todo se estaba rompiendo

Me deslicé al suelo tratando de respirar, mi llanto comenzó a ahogarme necesitaba gritar, quería quitar todo el dolor que me había tragado, inhalé cuánto oxígeno pude y lo dejé ir como un gran grito.

Mi garganta se destrozó en el proceso, mis manos apretaban mi pecho buscando que el dolor y el sufrimiento terminaran.

La puerta se abrió de golpe.

-¡Hana!- la voz femenina ni siquiera pudo ayudarme a salir de mi trance- ¿Qué pasó? ¡Me estás asustando! ¡Vamos detente!