-Mira, Chris-Header señaló hacia una pequeña tienda de ropa donde Carrie White estaba buscando una tela para su vestido.
-Déjala, Header, déjala que sea feliz mientras le dure.
Carrie salió de la tienda con un pedazo enorme de tela rosa que estaba guardando en su bolso, y Chris y Header no desaprovecharon esa oportunidad.
-Hola, Carrie-Saludó Chris "amablemente". De Carrie solo salía silencio.-¿Hola?
-Ho...Hola.
-¡Ja! ¡Ay, Carrie White! Me entere que Tommy Ross te invitó al baile. Tu ya te crees la mas linda y afortunada de todo Chambrelain, ¿Verdad?. Pues, siento tener que ser yo quien te lo diga pero...Siempre seguirás siendo la misma antisocial y resentida que cada vez se engorda más-Mientras Header se reía de las estupideces que salían de la boca de Chris, Carrie solo las miró una vez más y salió a correr. Algún día Carrie tendría la oportunidad de demostrarle a todos su verdadero poder.
Carrie llegó a su casa y en su cuarto empezó a hacer su vestido con la tela cara que tuvo que pagar con sus ahorros de toda la vida que su mamá jamás había descubierto. La máquina de coser era relajante y ponía todos sus momentos en perspectiva. Esa noche iba a ser...Mágica.
Cuando terminó su vestido, 8 horas después de arduo trabajo, sintió como su madre llegó a la casa y se dirigió a la cocina, era ahora o nunca. Sabía que a su madre no le gustaría la noticia pero debía convencerla. Guardó su recién hecho vestido, salió del cuarto y bajó a la cocina.
-Mamá...-Su madre estaba concentrada con cara de aburrida lavando algunos platos-Mamá, alguien me invitó al baile-Su madre no mostraba reacción alguna, eso le asustaba. Carrie se acercó más a ella para poder ver mejor su rostro pálido-Mamá es un buen muchacho, se que si lo conoces...
-Te hará daño-Dijo ella, con su voz aterradoramente silenciosa.
-¿Que? ¡No!. Es un buen muchacho...
-Si, muchachos, muchachos que aparecen con tu periodo como perros sedientos de pecado.
-Mamá ¿Pero que dices?-Carrie se alejó de ahí y se fue a la sala que había al lado derecho de la cocina. Se hizo en el centro, de espaldas, para no ver a su madre.
-Créeme, Carrie. Se van a reír de ti...
-No.
-Si, Carrie White una vez más en ridículo-Cambiaron su posición, Margaret se hizo en el centro de la sala y Carrie se acercó a la cocina al lado de las escaleras. No podían estar cerca.
-No. Ya acepté.
-No vas a ir, Carrie, es mejor...
-¡NO!-Carrie gritó, y con eso todos los muebles de la sala y su madre se elevaron al aire por 2 segundo y cayeron al suelo con gran estrépito. Carrie estaba sorprendida, pero feliz-Mamá, levántate-Le ordenó a su madre que estaba de rodillas en el suelo, llorando-¡Que te levantes!-Carrie estiro su mano derecha hacia ella y su madre, con unas manos invisibles que la agarraban del cuello, volvió a alzarse en el aire.
-¡BRUJA!-Gritaba Margaret, sollozando, tratando de soltarse de los poderes de su hija-¡BRUJA!
-No soy una bruja, mamá. Este poder que tengo, que me hace especial, es hereditario. La abuela debió tenerlo.
-Mi madre no....
-La mamá de mi padre.
-Tu padre era un vil...
-¡Ya basta, mamá! voy a ir al baile aunque tu no quieras-Carrie la soltó y ella volvió a caer de rodillas al suelo, llorando mas fuerte para impacientar a su hija.
................................................................................................................................................................
-Apúrate, Billy.
-Púdrete Chris, agradece que te estoy ayudando-Billy colgaba encima del escenario, en el que serían coronados el rey y la reina del baile, el balde con sangre de cerdo que goteaba. Chris, solo sostenía la escalera-Listo-La escalera tembló y Billy hizo amague de caerse. El balde también se sacudió y una gran gota de sangre cayó en el comienzo del negro cabello de Chris.
-Okey, Billy, vamos. Ahora solo debemos esperar la mejor parte
ESTÁS LEYENDO
El caso White
HorrorCreo que muchos fans de los libros de terror (o del terror en general) conocerán a Carrie White, personaje creado por el gran Stephen King (uno de los mejores, en mi opinión). Esta novela cuenta la misma historia de Carrie, pero con algunas cosas mo...