39. Medida desesperada

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Marisha POV

Otro día más en éste infierno.

Son las palabras que a diario me repito al despertar.

Todos los días es lo mismo, aunque siempre trato de estar positiva y guardar así sea una pizca de esperanza.

La esperanza de que este día sea distinto a los otros pero aparentemente no será así.

He pasado tantos años encerrada que ya ni sé en que fecha estoy, pero de lo único que estoy segura es que no me rendiré hasta no haber visto a mi hijo nuevamente y pedirle perdón por ocultarle la identidad de su verdadero padre.

¡Mi amor cuanto lo siento!

Tengo los ojos hinchados de tanto llorar y aunque trato de hacerme la fuerte no puedo.

Es imposible aparentar algo que no soy.

Fui una cobarde, una mujer débil que dejó que Patrick hiciera lo que quisiese con nuestra hija, yo soy la única culpable de lo que le ha pasado.

Pude evitarlo y no lo hice.

Todo es mi culpa.

Siento cada día que paso en este encierro como un castigo por el mal que les hice a mis hijos al no defenderlos del monstruo de Patrick.

— Sólo quiero una oportunidad para remendar lo que hice — susurro en un hilo de voz.

— Ya es demasiado tarde para eso madre — levanto la mirada para encontrarme con la de mi hija que me ve como si no le importara y me duele, y más porque sé por lo que ha pasado por mi culpa — ¿te gusta tu nuevo hogar? — hace una mueca — lamento mucho no visitarte antes pero a raíz de la muerte de Paula he estado algo ocupada.

La miro horrorizada como suelta cada palabra con normalidad.

¿En qué te has convertido hija?

— ¿Acaso tú... — no soy capaz de terminar de hablar ya que parto en llanto nuevamente.

— ¿Qué si yo qué? ¿qué si la maté? — enarca una ceja en mi dirección y luego sonríe con malicia — si, yo la maté con mis propias manos y no sabes cuanto disfruté hacerlo — negaba con la cabeza y ella bufa — pero no respondiste ¿te gusta estar en esta celda con los grilletes en los tobillos o prefieres estar atada en la camilla? — escucho como se burla de mi situación.

Hace algunos días Paula bajó a visitarme y ordenó a sus empleados a encerrarme en una de las celdas ubicadas en otra planta de la propiedad.

Ella estaba extraña conmigo.

Nunca la había visto tan ansiosa.

Flashback

Estaba dormida cuando ella llegó.

Unos leves toques fueron los que me despertaron y allí la vi, nerviosa, como si algo importante fuera a ocurrir pronto.

— Lamento si te desperté pero era necesario ya que te cambiaré de lugar — dijo Paula con suavidad y la miro confundida por su actitud. Hoy se portaba extrañamente amable conmigo.

— ¿Por qué? — indagué pero no obtuve respuesta alguna.

En su lugar Paula ordenó a sus empleados a que quitaran los amarres de mi cuerpo y las esposas de mis muñecas y tobillos para dirigirnos al nuevo lugar donde sería privada de libertad.

Desde el día en que me trajeron a este lugar me habían mantenido amarrada a esa camilla y ni siquiera para ir al baño podía levantarme de allí.

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2022 ⏰

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