[miércoles 21:33pm]
Pov'me
Soltó una pequeña queja al sentir ese líquido caliente chocar con su piel, se alejo de aquella bañadera, esperando unos segundos para volver a tocar, esta vez el agua estaba más adecuada, sacando la toalla que rodeaba su cuerpo fue ingresando, hundiéndose en esta, sintiendo como su piel se humedecía y cada uno de sus poros se contraían dando una sensación de escalofrío agradable.
Exhalo ampliamente, dejando salir todo aquel aire, su cuerpo estaba completamente relajado, sentía una paz interior muy satisfactoria.
Pero sabía que eso no duraría mucho, así que intento divertirse un poco.
Agarro uno de los tantos botes de shampoo y esparció un poco-mucho, por toda el agua, para después empezar a mover sus manos de manera infantil buscando que se creará espuma, siguió moviendo sus manos de arriba abajo, de lado a lado, cuando logro su objetivo una linda y tierna sonrisa se formó en sus estrechos labios.
R: —uju uju uju— decia repetitivamente mientras agarraba y jugaba con toda la espuma provocada
Se mantuvo en su nube hasta que escucho como el cerrojo de la puerta era abierto, no estaba solo en casa, pero, por qué Iván no tocaría antes de entrar??
R: —i-ivan?
Una esbelta figura, se adentro por aquella puerta, para posteriormente volverla a cerrar, musitando unas palabras algo vergonzosas
I: —mhm— afirmo —te puedo acompañar?— insinuo de manera alegre con una sonrisa típica, cosa que solo confundio más al pequeño
R: —q-que!?
"Iván y yo, en la bañadera!" era el pensamiento que tenía Rodri en ese momento, tanto que no se dió cuenta cuando sus mejillas tornaron un color rojizo
I: —jajaja no me voy a desvestir bobo
Al oír esas palabras, el sonrojo disminuyo, pero aún mantenía esa cara desconcertada.
R: —t-te vas a meter con ropa y todo??
Iván no respondió, solo soltó una risa por la ocurrencia de Rodrigo, agarro los bordes de su remera, estirandola haciendo que está deje su torso descubierto adentrandose a la bañadera en dónde se sentó frente al bajito, ahí Rodri pudo entender mejor a lo que se refería.
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Rodrigo e Iván eran novios desde hace ya unos meses, ambos compartían lindos sentimientos y el amor que transitaban era puro y leal, eso sí, en todos esos meses que llevaban juntos ninguno de los dos dió una insinuacion a dar el siguiente paso, es decir tener relaciones, las pocas veces que casi terminan en eso, Rodrigo frenaba la situación, y claramente Iván respetaba su decisión.
Aún así la confianza entre ellos no faltaba, y los besos y abrazos eran más que sobrantes.
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Carre no reacciono al acto del mayor, solo miro como este entraba al agua y esa sonrisa que tanto lo intimidaba, relucía en su lindo rostro.
Claramente no era un momento cómodo estar en la bañadera con tu novio. Trato de mantener la calma
Pero solo duró unos minutos, por qué fue entonces que recordo algo, el estaba completamente desnudo.
Rápidamente sus mejillas se tintaron por segunda vez, solo trato de Ignorarlo, pensaba que Iván no se había dado cuenta, pero al contrario, este ya sabía desde antes de entrar al baño, claramente, por eso mismo en su cara se notaba la tentación de reír, cual mantenía para no arruinar el inocente pensamiento del bajo.
pero sus ganas de ponerlo nervioso y verlo con sus cachetes colorados seguía en pie.
Bueno era un raro fetiche de ~Ivancito~.
R: ... —q-que, por qué se te ocurrió esto, o que pasó??— levanto su mirada encontrándose con la de Iván
Su pregunta no fue respondida, a lo cual volvió a bajar su cabeza, ahora viendo la espuma causado anteriormente, cosa que agradecía, ya que está cubria el agua, impidiendo visualizar su cuerpo.
Se mantuvo así, hasta ese momento...
Hasta cuándo Iván se encimo, apoyando sus manos en el respaldo de la bañadera, Rodrigo levanto la cabeza encontrándose a centimetros de la cara del alto, inmediatamente sus pupilas se dilataron, sus labios se contrajeron, su cara se sentía ardiente por la situación y su inestable respiración se era presente, por parte de Iván, este solo mantenía una leve sonrisa con sus ojos fijos en los labios del contrario.
De un segundo a otro, Iván había comenzado a dejar besos en la cara de Rodrigo, para después ir hacia su boca besando esta de manera suave y tierna, sus besos hacían un recorrido desde sus pómulos hasta su cuello, en dónde Rodri sintió un gran cosquilleo tirando su cabeza a un lado, dándole más libertad por decirlo de una manera, a qué Iván pueda besarlo, dejando sutiles marcas rojizas.
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Pov'Rodrigo
El estaba besando mi cuello, era la primera vez que lo hacia, sentía una brisa de tensión por todo el cuerpo, mi cara ardía de manera descomunal, y había algo... no se que era, pero hacía que se sintiera bien, gracias a esa extraña sensación tire la cabeza al costado dejando mi cuello a más disposición, Iván seguía depositando besos entre suaves y bruscos, cerré mis ojos levemente, entre abrí mi labios, saliendo de estos suspiros acompañados de una respiración agitada, se sentía realmente raro...
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Pov'Iván
Era algo que deseaba hacer desde hace mucho, tenerlo cerca y de esa manera, era algo increíble... Besaba sus lindos cachetes, sus lindos labios, su lindo cuello y parte de su pecho, disfrutando escuchar esos tiernos suspiros.
El parecía estar experimentando algo de otro mundo, solte pequeñas risas por los "tiernos" gestos que hacía, solo seguí y seguí besándolo, no sé hasta dónde íbamos a llegar pero con el me gustaría llegar a dónde mas pueda, sabía que era la primera vez que Rodrigo experimentaría algo así y el echo de ser yo el que por primera vez le haga sentir eso, me incentivaba todavía más.
Intensifique mis besos, y los que eran suspiros, pasaron a ser leves jadeos, una de mis manos bajo hasta su cintura acariciandola levemente, Rodri balbuceaba mi nombre repetitiva veces, seguía besando su pecho hasta que me animé a bajar a uno de sus rosados y pequeños pezones verdaderamente atractivos, rodeé uno de estos con mi lengua, sentí como el cuerpo de Rodri se tenso completamente, ahora mi lengua se movia de forma circular, y con la punta de mis dientes mordí débilmente buscando oír ese sonido, necesitaba oírlo...
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Y si, fue ahí cuando esos suspiros convertidos en jadeos, pasaron a ser tiernos y dulces gemidos
"Unos que nunca se cansaría de oírlos"
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