Strangers.

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-Me importa un carajo-

-Pero...-

-¡Dije lo que dije!-

La puerta se abrió estruendosamente pero ninguno de los dos hermanos se inmutaron, estaban tan absortos en su propia furia para notar el cuerpo de Alex acercándose a ellos, alarmada por la forma en que Charlie y Bill se miraban. En un segundo pudo notar cierto miedo en la forma en que Bill mordía el interior de su boca y el pecho acelerado de Charlie subir y bajar, con la misma rapidez con la que una saeta de fuego despegaba.

-¿Qué está pasando?- Alex frunció el entrecejo- ¿Está todo bien?-

-Bien- Charlie escupió, alejándose de la sala del departamento, dándole un portazo a la puerta de la habitación de Alex.

Bill paso sus largas manos por su rostro, tratando de esconder su notable fastidio, pero Alex se acercó con cuidado hacía él, tomándolo por el codo.

-¿Está todo bien? ¿Qué diablos fue eso?- Susurró la castaña, buscando los ojos del pelirrojo.

-Kingsley- Suspiro- Necesitaba que siguiéramos una maldita pista de dónde demonios puede estar Harry, necesitamos cuidarlo...

Alex se cruzó de brazos delante de él, invitándolo a que siguiera, por lo que el pelirrojo continuo susurrando.

-Pero ya viste como está Charlie, más insoportable y... difícil de lo normal- Rodó los ojos- ¿Se ha estado comportando así contigo desde que está aquí? Porque si te ha hecho pasar un mal momento me lo llevo arrastrando de aquí, sin problema.

La castaña soltó una carcajada y agacho la mirada, ocultando el rubor de su rostro. Había estado tan enfocada en la pelea que olvido que ella, al igual que Charlie, estaba molesta con Bill, aunque de acuerdo a Alex, ella si tenía una razón.

Tal vez no lo vería de la misma forma si esa mañana no hubiera salido a correr, como lo estaba haciendo regularmente. Tal vez sin esas endorfinas, ni siquiera le hubiera dirigido la palabra. Pero lo estaba haciendo, y se sentía cómoda con él. De repente a Alex le dejó de importar lo que escuchó en Shell Cottage, simplemente lo dejaría en el pasado.

Al menos eso.

-No me ha tratado mal, pero si ha estado muy extraño- Con sinceridad habló- Más irritable, quiere estar solo todo el tiempo. Anoche no quiso ver conmigo Dumbo y tú sabes cuánto adora a Dumbo.

-Sí, ese maldito bastardo adorable- Bill resopló, poniendo sus manos en sus orejas, imitando al tierno elefante.

De nuevo Alex rio con fuerza y Bill pensó que tenía mucho tiempo sin verla así de feliz, un simple comentario la había alegrado. Con esa misma facilidad que le había parecido aquel gesto del pelirrojo gracioso, Bill había encontrado a Alexandra verdaderamente hermosa. Tan hermosa como él día que la perdió.

Bill tardo un par de horas en armar el rompecabezas que había en su mente, pero cuando lo resolvió entendió que no tuvo que haber dejado que Alex se fuera aquella tarde de Shell Cottage de esa forma. Al menos no después de abrirle su corazón una noche anterior.

-Lex...- Bill se aclaró la garganta- Va a sonar muy raro lo que te diga pero...

-Quiero que seamos amigos- Alexandra lo interrumpió con una dulce sonrisa.

Bill dio un paso al frente, no muy convencido de lo que iba a decir, pero solo se acercó a Alexandra y la abrazo con suavidad. Un suspiro salió del pecho del pelirrojo, quería quedarse más tiempo abrazando el cuerpo de Alex, pero no quería hacer las cosas incomodas.

ALL THIS TIME - Bill Weasley.Where stories live. Discover now