𝙇𝙞𝙩𝙩𝙡𝙚 𝘽𝙖𝙗𝙮 | 𝘵𝘢𝘦𝘬𝘰𝘰𝘬.

veintisiete

Jungkook se encontraba en la cocina, colocándole una tapa de cristal a una vasija que contenía ramen cociéndose mientras abría otra y revisaba las verduras que le pondría al plato de Taehyung, escuchándolo bajar las escaleras y rodear su cintura con sus brazos desde su espalda, haciendo reír a Jungkook.

— Buenos días, ¿cómo dormiste? —. Preguntó Jungkook, recargándose en el cuerpo tras suyo y mirándolo de reojo.

— Excelente —. Besó su mejilla, separándose segundos después.

Caminó hacia la sala y antes de sentarse, escuchó al cartero y miró cómo este dejaba su correo por la pequeña abertura de la puerta, caminó hasta ella y tomó las cartas, la mayoría siendo recibos de los servicios de la casa así que no les tomó importancia.

No hasta que vió la última, era un sobre gris y decía que era para Jungkook, así que caminó hasta su novio y lo llamó.

— Cariño, te llegó una carta —. Le mostró aquel sobre mientras su pelinegro apagaba el fuego y se limpiaba las manos.

— Oh ¿De quién es? —. Se acercó. — Ábrela y léela por mi.

Comenzó a buscar alguna señal de quién podría ser quien la enviaba pero no decía por ningún lado, sólo había una pequeña "J" escrita.

Al abrirla, desdobló el otro papel que había ahí, leyendo primero todo en su cabeza y frunciendo el ceño al compás que bajaba a otro renglón, negó y la dobló de nuevo, aprovechando que Jungkook estaba de espaldas a él.

— ¿Y bien? ¿qué dice? —. Le preguntó, tomando dos tazones y comenzando a servir. 

— Nada importante, habla de, uh, cosas de la boda —. Guardó la carta en su suéter de lana. — Me pareció escuchar que una de las encargadas de arreglar todo se llamaba Jane, así que creo que fue ella.

El menor lo miró algo confundido pero se hundió de hombros y le restó importancia, sacando dos paquetitos de palillos de un cajón. — De acuerdo... Entonces ¿Por qué no la leíste? —. Soltó una risita. — Da igual, vamos a comer.

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El día especial había llegado, los nerviosos dedos de Jungkook se resbalaban de los botones de su traje blanco, la muchacha encargada de su ropa arregló su velo mientras el castañito lamía su labial sabor fresa, moviendo nerviosamente su pierna. El padre de Jungkook entró a la pequeña habitación donde él estaba, sonriendo incoscientemente al mirarlo vestido de blanco, nervioso y con las mejillas sonrojadas.

— Oh... Te ves hermoso, pequeño —. Yoo se acercó, abrazándolo y sintiendo los brazos de Jungkook alrededor de él. — ¿Listo? Vámonos —. Dijo al verlo asentir, le ofreció su brazo y salieron del lugar, llegando al bello jardín decoradocon pétalos blancos de margaritas y algunas rosas rosadas, miró a Taehyung en el altar y se tensó, apretando el brazo de Yoo y encajando sus uñas en él, Taehyung se giró y sonrió ampliamente, la gente se levantó de sus asientos y miraron a Jungkook, la madre del menor comenzó a llorar de alegría.

El pianista empezó a tocar la dulce melodía de Hold Me Tight a petición del mismo Jungkook, dió un gran respiro y comenzó a caminar junto a su padre hacia el altar, el sacerdote sonrió tomando su biblia y abriéndola sobre la pequeña credencia frente a él.

Se detuvo frente a Taehyung sonriéndole a través del velo, Yoo miró a Taehyung y asintió, Taehyung se reverenció levemente y entonces el mayor se retiró, Jungkook miró hacia el sacerdote y la pequeña misa comenzó.

La suave voz del viejo sacerdote resonaba muy en el fondo para Taehyung, quien buscaba los bonitos ojitos brillantes y traviesos de Jungkook, sonriendo al ver cómo el menor escapaba de la mirada de su futuro esposo.

La hora de los votos llegó y el sacerdote les indicó el orden de cómo decirlos, los padrinos de anillos, Dahyun y Eunwoo, se acercaron hacia ellos y ambos comenzaron.

— Con esta mano yo sostendré tus anhelos; tu copa nunca estará vacía, pues yo seré tu vino; con esta vela alumbraré tu camino en la oscuridad... Con este anillo yo te pido que seas mi esposo —. Los dos tomaron sus respectivos anillos y Taehyung se lo puso primero a Jungkook. 

— Prometo amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad... —. Taehyung continuó, dejando un beso sobre el anillo en su dedo.

— Prometo ayudarte y adorarte, quedarme junto a ti ante todas las adversidades... —. Jungkook sonrió, deslizando el anillo sobre el dedo de Taehyung.

— Hasta que la muerte nos separe —. Ambos dijeron al mismo tiempo, entrelazaron sus manos y una vez que el sacerdote lo indicó, se miraron fijamente y Jungkook rió algo nervioso, Taehyung levantó su velo y suspiró un "wow", finalmente uniendo sus labios en un suave beso meintras lo sostenía de la cintura.

El jardín entero se convirtió el gritos y silbidos, aplausos y algunos sollozos de ambas familias, la pareja se separó y se sonrieron, juntando ambas frentes. — Te amo, esposo —. Jungkook sonrió divertido, Taehyung también rió y dejó un piquito en sus labios, separándose y mirando a todos con una sonrisa, ofreciéndole el brazo a Jungkook y comenzando a caminar hacia el pequeño saloncito que había al lado, mientras todos les tiraban nubes y algunos pétalos de margaritas.

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El pequeño rubio miró a Yoongi, quien tenía los ojos aguados en lágrimas al mirar las noticias, las cuales transmitían algunas escenas de la boda de Jungkook y Taehyung, se recargó en la pared fría y Jimin rodó los ojos.

— Yoongi basta, tenemos peores problemas que eso...

— ¿Como qué? ¿Quedarte pobre porque ya no te cojes al padre de tu mejor amigo? 

— ¡Estamos en-!

— Min Yoongi, tienes una llamada disponible —. Habló uno de los guardias del lugar, metiéndose a la celda y tomando al pelimenta del uniforme naranja, Jimin suspiró y se recostó en la fría y dura camilla.

— Maldito Taehyung... —. 

esto ha terminado.

fue una bonita aventura a pesar de las dificultades, y aún más bonita porque se quedaron junto a mi <3

discúlpenme por la ausencia, intenté traer lo mejor de mi y creo que esto es... 

muchas gracias por leer esta historia, espero continuar y lanzar nuevos proyectos y que ustedes estén ahí cuando lo haga <3.

esto fue little baby.