I.- Planes

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Stiles había regresado al pasado y ahora volvía a ser un niño de ocho años o por lo menos su cuerpo lo era. El niño frente a él es Derek, ellos se conocía desde niños pero cuando Claudia murió Thalia les borró sus recuerdos así que hasta muchos años después los desenterraron.

Claudia Gajos era parte de la manada Hale como hechicera, ella y Thalia eran amigas desde niñas así que cuando Stiles nació se dieron cuanta de que él y Derek eran compañeros y desde ese día el pequeño hechicero creció en la manada.

- ¿Estás bien, Mitch? – le preguntó Derek preocupado.

Stiles se permitió llorar y ser consolado por Derek, era demasiado verlo de nuevo. Estaba feliz de verlo con vida, aún sentía el dolor de perderlo. No dejaría que la historia se repitiera.

- Ya Mitch, no llores. ¿Te perdiste?

- No, solo el nemeton me hablo. – dijo Stiles mientras se limpiaba las lágrimas y le mostraba una sonrisa al lobo.

Derek inclinó su cabeza curioso, su mamá le había dicho que el árbol tenía una conexión profunda con todos pero que solo las había llamado a ella y Claudia hace muchos años.

- ¿El nemeton?

- ¡Olvídalo! Vamos con los demás. – dijo Stiles tomando la mano de Derek y corriendo a la mansión.

Al llegar Stiles no pudo evitar sonreír al ver todo el lugar lleno de vida, siempre sonó con ver como era la mansión con vida porque lo recordaba pero no era lo mismo. Laura de 14 años se acercó a ellos con la pequeña Cora de 7 años tomando su mano pero la soltó para lanzarse sobre el castaño.

- ¡Cora! ¡Mitch es mi compañero! – le reclamó Derek con un puchero en su rostro.

- Sé compartido, todos amamos a Mica. – le dijo Laura mientras revolvía su cabello.

- ¡Mieczyslaw! – gritó Claudia mientras se acercaba a su hijo. - ¿Dónde estabas? Me tenías muy preocupada.

- Lo siento mamá. – le dijo Stiles, le gustaba sentir la calidez de su madre de nuevo pero sabía cual era su destino y ese no podía cambiarlo ya que era necesario para que su padre fuera feliz.

Claudia sonrió con cariño mientras tomaba a su hijo entre sus brazos y besaba su mejilla.

- Vamos a casa, papá debe estar esperando.

- ¡Si! ¡Adiós Der! Nos vemos después Lau y Cora. – les dijo Stiles con una sonrisa.

Los Hale se despidieron del menor con sonrisas. Todos amaban al castaño y era una parte muy importante de la manada.

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Han pasado cuatro años desde que Stiles regresó al pasado, tuvo que adaptarse a esa vida de nuevo además de que tenía que cuidarse ya que de vez en cuando no actuaba como la edad que tenía su cuerpo y no podía exponerse. Tal vez un día les diría lo que había hecho pero por el momento se habían vuelto el mejor actor.

Estos años no los desperdicio ya que estudio todos los libros que su madre quemo antes de su muerte además de que evito que Jackson se volviera su enemigo, ahora su grupo de amigos consistía en Scott, Jackson, Lydia, Erika, Isaac, Cora e incluso Danny y Boyd se unieron a pesar de todo. Los demás ya llegaría después y se convertirían en la mejor manada que pudiera existir. También su madre había caído enferma, había logrado atrasar su enfermedad lo más que pudo ya que ella estaba destinada a morir dos años antes, y perdió muchas veces su conciencia así que terminó siendo atacado por ella. Es por eso ahora ellos dos se encuentran en el hospital. Claudia había perdido la razón y apuñalo a su hijo en el hombro para después intentar ahogarlo, por suerte Noah había llegado a tiempo.

La puerta de la habitación fue abierta por un Derek de 15 años, que iba acompañado por su mejor amiga Paige, la cual adoraba a Stiles. Jamás imagino que al retrasar la muerte de su madre las cosas cambiarían de esa manera después de todo Derek y Paige no tienen ningún interés amoroso y más que nada porque el lobo solo tenía ojos para el castaño.

- ¡Hola! – les saludó Stiles dejando de lado el libro que estaba leyendo.

- ¡Sti! Pequeño come libros, ni en el hospital dejas de leer. – le dijo Paige mientras se sentaba en la silla la lado de la cama y dejaba una bolsa de chocolates sobre las piernas del menor.

- Ya me conoces. Gracias. – exclamo Stiles con una gran sonrisa al ver los chocolates.

- ¿Te sientes mejor? – le preguntó Derek mientras veía las vendas en su cuello, acercó su mano para tomar su dolor, el cual no era mucho.

- Si. Ya casi no me duele y no es la peor herida que he tenido. – Stiles se golpeo mentalmente por eso, es verdad que en el futuro lo habían herido demasiado y estuvo cerca de perder su vida en varias ocasiones pero ellos no lo sabían y ahora lo miraban con tristeza. – Mamá no sabe lo que hace, solo está enferma así que no me importa.

- Es importante tu salud. – le dijo Derek mientras se sentaba a su lado en la cama y lo abrazaba con cuidado.

Stiles sonrió ante el cariño de Derek, siempre había deseado experimentar su cariño desde niño. Amaba tanto al lobo que no lo perdería de nuevo.

- Scott me dijo que había una nueva maestra en su grupo. – comentó Stiles de manera inocente. Supo de inmediato, desde que su mejor amigo le dijo, quien era esa mujer y no iba a dejar que arruinara la vida de su lobo.

- Ahhg es asquerosa. – dijo Derek escondiendo su cabeza en el hombro del menor.

- Siempre esta pegada a Derek, como si quisiera seducirlo. ¡Por favor! Tiene como 40 años esta muy vieja, da asco. – dijo Paige escandalizada mientras movía sus manos de manera exagerada demostrando su disgusto.

- Scott dijo que era bonita.

- Nadie es más bonito que tú. – le dijo Derek mientras dejaba un beso en la cabeza del menor.

Stiles sonrió sabiendo que Kate no podría usar a Derek para acabar con la manada Hale pero sabía que no se detendría. Usaría a Laura volviéndose su amiga de alguna manera sacaría la información que necesitaba.

Unas horas más tarde Stiles cayó completamente dormido mientras los adolescentes se encargaron de cuidarlo.

Derek tapo a su pequeño con cariño mientras acariciaba las vendas de su cuello y hombro.

- Él va a estar bien, es fuerte. – le dijo Paige mientras acariciaba el cabello del castaño de manera maternal.

- Lo sé. Me preocupa lo que le pase en unos días. – suspiró con pesar –Claudia va a morir y no se puede hacer nada. Mitch cambio un poco en estos años pero sigue siendo él y será un golpe duro. No quiero separarme de su lado.

- No lo harás, eres su compañero además él te adora. Podrá superar todo porque no esta solo.

Derek se inclinó besando la frente del menor, que sonrió en sus sueños. 

CambioWhere stories live. Discover now