10. LAZOS ROTOS

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Escuchaba a mamá discutir con mi padre desde la cocina, hoy no iré a clases y no lo are jamás, seria una tontería llegar como si nunca paso nada.

En la noche no pude dormir bien, por pensar demasiado y sentía el cuerpo sin energía. Jacob me había mandado un mensaje para darme ánimos, solo quería estar encerrada en mi habitación y no salir nunca más.

Me levante de mi cama y me miré al espejo con una cara que totalmente de no ser yo. No saldría hasta que nadie estuviera aquí.

Pero necesitaba comer, así que baje lentamente y escuchaba los murmullos de mis padres, me quedé en media escalera escuchando todo lo que decían.

-¿No te das cuenta del daño que hizo a la familia?-dijo papá.

-Ella no daño la familia, todo fue un mal momento, se dará solución a esto-mamá respondía serena.

- ¿Solución?, tu crees que eso tiene solucion, ya no puedo verla como mi hija.

-¡David!, no digas tonterías es tu hija.

-Ya no debería serlo.

Subí lentamente las escaleras con el corazón en la mano, deseando jamás aver existido, quería que la tierra me trague y me escupa en el infierno.

Me sentía completamente sola e incapaz de seguir respirando. Mis hermanos iban de salida y pasé por su lado sin decir una sola palabra.

-¡Hey Chlóe que pasa!-gritó Cam.

Di un portazo, y me encerré, comencé a dar vueltas por mi habitación sin saber que hacer en ese instante.

Ellos fueron adolescentes alguna vez y también se equivocaron.

En ese momento tocaron la puerta haciéndome poner tensa, me puse detrás de ella para hablar.

-¿Quien es?.

-Soy yo cariño-habló mamá de la forma mas dulce que puede existir-déjame pasar.

-Vete no quiero hablar con nadie.

-Podemos hablar Chlóe, confía en mi.

-Solo déjame sola, no quiero estar con nadie.

Cada vez sentía en mi pecho un nudo, un remordimiento entero, un dolor inaudito, un vacío y una crisis.

Como un vuelo de aquí a otro planeta, quieres ahogarte en un vaso de agua y lo sientes como un océano. Quería rasguñarme toda y borrar todo de mi, así lo sentí.

Sentía en trozos de papel mi vida, cada una de las cintas destruidas.

Le escribí a Jacob y no me respondía, decidí por salir, pero no lo aria por la puerta, sino por la ventana.

Aquí es donde entiendo como el príncipe iba a ver a rapunzel todo los días.

Me puse mis tenis y una sudadera negra, tomé mi celular y salí despacio ya que Dani se le ocurrió traer uno de los perros de una de sus novias.

Era tan bullicioso que me sofocaba, baje las escaleras y me tire al césped, por suerte no estaba de ese lado. Empece a caminar rápido e ir por Jacob, aria que se escape del partido de baskeball .

Ya saben el chico del periódico debe estar siempre ahí, pero había algo que me tenía en duda, que hacían mis hermanos tan temprano llendose de casa.

De un momento a otro, mi cabeza comenzó a sacar conclusiones y la conclusión fue, que ellos irán por Naim y Edith, esto se pondría muy malo.

Llamaba aún a Jacob y él no contestaba, solo esperaba no llegar tarde el campeonato empieza a las diez, tenía quince minutos para llegar.

SI LAS ESTRELLAS HABLARAN [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora