Único

9 1 0
                                    

"Esto es ridículo" es lo que pensaba aquel chico. No entendía la razón del porque de su odio en su interior, aún así, ese no era el motivo principal.

Desde hace unas horas atrás había estado escuchado una discusión de unos de sus familiares, que tal parecía lo estaban involucrando. Él, sin saber ¿por qué estaban molestos con el? Él solo había tratado de ayudar, la cual, esa era la razón de la discusión.

-¿Es en serio? ¿Solo por eso están discutiendo?- susurró mientras que ya molesto se retiraba del lugar en el que se encontraba leyendo.

Realmente le quería gritar algo para que pararan de discutir, pero no podía, su ira cada vez subía más y más, sabía que si les gritaba se iban a enojar enormemente porque, "no puede faltarle el respeto a los mayores" puras tonterías.

Se encontraba muy estresado, odia las discusiones, pero no lo demostraba. A simple vista, parecía neutral, concentrado solamente en la lectura.

Más tarde, lo mismo, empezó de nuevo esa estúpida pelea, no aguantó más, ¿¡Por qué discuten cuando estaba tranquilo y leyendo!? Dejó de leer un rato y prestó algo de atención, pero no miraba tanto, le hacían preguntas, aún así no las respondía ya que si lo hacía dañaria la dignidad y les faltaría fuertemente el respeto como fue mencionado anteriormente.

Tenía unas fuerte ganas de llorar, pero aún así... no lo lograba, no podía llorar. Decidió ir a otro lugar para estar más calmado y dejar de escuchar esas irritantes voces.

Fué directo hacia un parque cerca, parecía más tranquilo ahí que en ese lugar llamado "hogar". Había llevado consigo unos audífonos, su teléfono por supuesto, y obviamente su libro.

Se colocó sus audífonos, los enchufo con su teléfono, puso a reproducir música y se puso a leer. Realmente, no quería que estubiera pasando eso, pero no puede hacer nada.

-Al parecer esto se estará repitiendo seguido...- dió un suspiro lleno de ira, tristeza y soledad, ya sin más se puso a leer. Encerio quería llorar, pero le era imposible hacerlo, no podía emitir ninguna lágrima, solo miradas llenas de decepcion y soledad.































¡Hola! Gracias por leer esta corta y un poco triste historia.
Espero les haya gustado y sin más, nos leemos pronto, ¡adiós!

RidiculecesWhere stories live. Discover now