El interior de la Sala de los Menesteres se había transformadores en un salón con un ventanal gigantesco tapado por unas cortinas verdes vaporosas y decorada con multitud de muebles apilados unos encima de otros creando altas montañas de objetos inútiles.
Hermione lo contempló todo boquiabierta y luego miró a Draco de soslayo preguntándose por qué habría pensado en un lugar así.
— Recordé las ventanas de mi habitación y mi trastero. Parece que ha habido una mezcla de todo. -dijo Draco respondiendo a su pregunta.
Hermione asintió antes de volver a pasar los ojos por la estancia. Estaba segura de que si gritaba se oiría el eco a través del techo abovedado.
-Estás muy agitada. ¿Qué ha ocurrido? -preguntó él en tono afable buscando su mirada -Eh, mírame. ¿Por qué estás así?
-Grahmound lo sabe todo. -titubeó frotándose los ojos desesperadamente -Se supone que no puedo hablar contigo, ni con Zhor, y-yo... No sé qué acaba de pasar en su despacho, pero...
-Tranquilizate, vamos. -dijo él obligándola a serenarse -Empieza desde el principio.
Hermione lo miró a los ojos extrañada por su desconcertante amabilidad y delicadeza de sus tratos.
-Fui a su despacho hace como una hora. Pensé que iba a castigarme por lo sucedido ayer contigo, y así fue durante un par de minutos. Me incriminó de haber planeado atacarte con antelación y reprendió que alguien le había explicado que no teníamos buena relación. Yo negué semejante estupidez al instante, pero él no creyó en mi palabra y continuó exponiendo cuanto sabía. -suspiró hondo, humedeciéndose los labios -Tras esto... Me entregó un recopilatorio de varias fotos tomadas a lo largo de éstos meses en las que yo aparezco... Contigo. -tragó saliva -Me advirtió de que no podía acercarme a ti o, de lo contrario, las haría públicas.
-¿Cómo? -exclamó vacilante -¿Por qué, ha estado espiándome incluso antes de su llegada a Hogwarts?
-Lo ha hecho, y es consciente de los daños que eso puede causar. -respondió con vehemencia -Confío en encontrar al topo que le facilita las fotos. Si logro eso, quizás pueda pararle los pies. No pienso estar sometida bajo las órdenes de un chiflado como Grahmound.
Hablaron sobre el tema durante otros quince minutos, ambos tratando de asimilar esa cruda realidad y de encontrar una solución. Para él era fácil: Hacer lo que Grahmound pedía sin rechistar e ignorar todo lo demás. Sabía que para Hermione sería más peliagudo, sin embargo, una egoísta parte de su ser se alegraba de no sentirse obligado a ver a su amigo con su ex novia por la que, en el fondo, seguía sintiendo una profunda admiración. Si él mismo tenía prohibido mantener las distancias con ella, ya daba igual. Ni siquiera habían hablado sin pelearse en semanas, ¿Qué importaría prohibir algo que ni siquiera se llevaba a cabo?
-Creo que deberíamos hacer lo que dice. -sentenció Draco -No quiero que nadie salga mal parado de ésta situación, y ésto es demasiado para ti.
Hermione abrió la boca sin articular una sola palabra, pues no encontraba ninguna que se justificase a lo que sintió en ese momento.
-No, de veras. Aún puedes dejarlo, yo no tengo esa suerte. -continuó con suavidad al notar la angustia que expresaban sus ojos -Haz como si jamás hubiera ocurrido.
-No puedes estar hablando en serio. ¿De verdad piensas que no me doy cuenta de lo que te sucede? Eres un envidioso, te reconcome que él me haya podido hacerme más feliz de lo que tú nunca has logrado y por eso te da lo mismo. -soltó con indignación. No sabía de dónde había reunido la ira que necesitaba para reprenderle algo así en las narices, y nada más hacerlo se sintió terriblemente mal -L-lo siento, y-yo no quería... De verdad, créeme... -farfulló con los ojos nublados de la frustración.

ESTÁS LEYENDO
Bewitched Love
Fanfiction¿Quién iba a creer que la enemistad puede convertirse en amor? Draco Malfoy y el resto de sus compañeros empiezan el sexto curso en el colegio de Magia y Hechicería de Hogwarts. Su misión no es fácil, y su vida se complica a medida que va transcurri...