𝐄l 𝐇ijo 𝐃e 𝐌anjiro [𝐁onten].

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"___" 𝐒e removía incomodamente en su cama, estaba teniendo una pesadilla recordando todo lo malo.

- ¿Enserió crees que tu mamá te quiere? - Dijo una voz masculina mientras pasaba sus dedos por el cabello rubio de su " mascota " quien estaba sangrando en el piso mientras miraba fijamente a su " dueño ". - O que realmente tu padre se murió.

- Mi padre si murió, yo lo vi con mis propios ojos. - Dijo un poco inseguro sobre sus palabras, pues el no había presenciado realmente la muerte de su padre. Su madre le había contado pero a los días esta ya estaba mejor. -

- Ni siquiera estás seguro de tus palabras. - Dijo el chico de 15 años agarrando un puñado de cabello de este, quien soltó un quejido. - ¿Sabes? Necesito que te hagas un tatuaje a mi honor.

- ¿Tu honor? ¿Tatuarme? ¿Tu me lo pagarás acaso? - Preguntó con asco "___" mientras agarraba con fuerza la muñeca de su mayor, este jaló los cabellos del rubio haciéndolo soltar. -

- Yo te lo pagaré, se que tu madre es muy pobre para hacerlo. - Dijo en suspiró para soltar el cabello de esté, sonrió. - Te harás el tatuaje de la serpiente negra en mi honor ¿Que te parece?.

- Una mala idea, eso me parece. No quiero tener algo que nos una. - Dijo escupiendo la sangre de su boca al lado de este, este se resigno a golpearlo nuevamente. Lo agarró del brazo y lo hizo caminar. - ¿Que haces?

- Tendrás mi tatuaje te guste o no, cachorro.

𝐒e despertó con la respiración agitada, nuevamente la pesadilla, volteó su mirada al reloj viendo que todavía era temprano, paso su mano por toda su cara sintiendo su sudor, la pesadilla había vuelto, y al parecer más fuerte de lo que pensaba.

- Decidido, te inscribire en un colegio. - Dijo Mikey mirando a su hijo, Bonten se quedó un rato aturdido para luego comenzar hacer excusas para que el niño no vaya a la escuela. -

- Mikey, el niño ahora tiene tu apellido, no creo que sea muy seguro que lo lleves al colegio. - Excusó Kokonoi, todos lo apoyaron -

- Además, podemos ponerle un tutor privado. - Dijo Ran, nuevamente lo apoyaron, Mikey rodó sus ojos. -