[ 00;06 ]

92 7 0
                                    

—Sophia.

La castaña de ojeras se estremecio al sentir su aliento en su oreja.

Le tenía... Algo, no sabía que era, pero la hacia sentirse pequeña. Más de lo que ya era.

Él producía cosas en ella que la confundían.

—Ka-Karura...

Shu no estaba con ella.
Shin no estaba con su hermano.
Karura vió su oportunidad.
Ella sóla en la azotea.

—¿Tienes tu respuesta? —Habló en su oído.

Ella tragó saliva y lentamente volteó a verlo, estaba acorralada en las rejas, el fundador no conseguía hacer contacto visual y se frustraba.

A Karura le gustaban esos brillosos ojos color miel.
Tomó sus manos suavemente y depositó unos cortos besos en su frente, mejilla y labios.

Soph abrió la boca y la cerró otra vez antes de hablar.

—Basta... —Susurró—. No es correcto, no puedo... No puedo estar contigo... —Habló, ambos hicieron contacto visual.

Su voz, par Karura, hacia que se detuviera su mundo.  Ella lo era.

—Mujer desleal.

El fundador y la humana observaron al primogénito de los purasangre.

Ella no sabía si llorar o reír.
Su corazón no latía.

Shu no estaba serio.
Shu no estaba molesto.
Shu estaba enojado.

—Lo siento... —Susurró ella al fundador, antes de alejarse, caminar y tomar la mano del rubio antes de desaparecer.

El corazón del Tsukinami mayor latio y se partió.
Se partió de sólo ver cómo iba con él, aunque haya tratado de explicarle, simplemente ninguno se dirigió ni la mirada.

Sophie admitió que la había cagado.
Sólo pudo fingir que esa noche nunca pasó.

Pero no podía no pensar que se podría repetir.

HYDRA   ─   Shu Sakamaki Where stories live. Discover now