"Teachers Pet ♡„ [albether]

Extra !!

Nota de autor: Me convencieron, así q un extra q incluye bdsm pq why not 🤔

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Albedo iba tranquilamente por la calle, dirigiéndose excantamente a una Sex Shop, listo para comprar algunos juguetes para probar con su alumno esta noche. Pues sus padres le habían avisado que irían a cenar por el día de la madre, pero dejarían a cargo a Albedo de cuidar a Aether.

A penas puso un pie dentro de aquella tienda, observó a una bella dama de cabellos verdes que llevaba lentes, la cual se le acercó para atenderlo.

Bienvenido, me llamo Sucrose, me encargaré de atenderlo durante su compra —Dijo Sucrose, dándole pase a aquella tienda— ¿Podría saber que está buscando? ¿Vibradores? ¿Dildos? 
¿Algún Plug?

Aquella chica no tenía vergüenza al preguntar, algo que se le hizo gracioso al pelicenizo.

Me gustaría unas esposas por favor —Dijo Albedo, pensando en que compraría— Oh, también un látigo y en vez de las esposas, una correa para restricción de extremidades. Sería todo —Sonrió al terminar su pedido—

Sucrose solo se retiró a la parte trasera de la tienda y saco los objetos pedidos para Albedo. Se acercó al mostrador y sacó la cuenta.

Serían aproximadamente ___ dólares, ¿Desea añadir algo más? —Sonrió—

Si, también podría añadir un vibrador y velas —

Fue lo último que pidió Albedo, pagó y se retiró de aquella tienda. Solo tendría que esperar al anochecer para poner en acción aquellos objetos que compró.

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La noche cayó y Albedo llegó a la casa del rubio, tocó la puerta y fue recibido por la hermana de su alumno, la cual lo dejó pasar.

Albedo, ya nos vamos, Aether se está tomando una ducha, en unos minutos sale. Nosotros ya nos vamos yendo, regresaremos algo tarde, si deseas comer algo hay cosas en la refrigeradora, gracias por ofrecerte al cuidar a Aether. —Dijo el padre del de orbes doradas, retirándose de aquel hogar con su familia—

Albedo se dirigió al segundo piso, directo a la habitación de Aether, acomodando las cosas para empezar la clase.

Aether salió de la ducha ya vestido con la toalla en la cabeza.

Ya terminaste, siéntate, tenemos que empezar la clase lo más antes que podamos —Dijo Albedo, sacando un plumón, listo para empezar a anotar en aquella pizarra—

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Aether no dijo nada, solo fingió prestar atención, pués el tema que iban a trabajar lo conocía muy bien.

Albedo finalizó la clase, haciéndole preguntas a Aether sobre el tema.

Aether respondió a cada pregunta con facilidad.

Muy bien Aether —Dijo el peli cenizo—

Albedo enfocó su mirada a aquellos labios finos y rosados de Aether, se acercó y rozó su dedo contra este.
Un color carmesí no tardó por aparecer en las mejillas del menor.

Quiero compensarte... Después de todo no debes preocuparte por las notas —Susurró al oído de Aether— Quería probar algo contigo... Hoy no la mañana, fui a comprar algo para ti. Me encantaría usarlos en estos momentos... Claro, con tu permiso.

Aether solo observó a Albedo tensamente, solo asintió y el pelicenizo se alejó, yendo a por su maleta, en al cual se encontraban los objetos que usaría.

A penas llegó a la cama, abrió el cierre y volteo de cabeza a la maleta, dejando a caer todo lo que compró, provocando un sonrojo intenso en el menor.

¿Con cual empezamos? —preguntó su tutor, sin vergüenza alguna—

Un silencio incómodo inundó aquel lugar.

¿Así que no quieres decir nada? —Albedo se acercó a depositar un beso desesperado a los labios del rubio— Necesito que me digas cual deseas usar, no puedo empezar esto sin que tu decidas o yo lo haré.

¿Podríamos usar aquellas correas? —Finalmente Aether habló, algo bajito pero lo suficiente como para que Albedo escuchase—

Bueno, nadie nos detiene, así que empecemos —Una sonrisa pícara apareció entr los labios del de cabellos cenizos—

Albedo se acercó a Aether, volviendo a besarlo mientras se recostaban contra la cama.

Las manos del pelicenizo se dirigieron a la polera que llevaba el rubio, llevando sus manos bajo aquella gruesa tela, empezando a manosear aquellos rosados pezones, ahogando gemidos mediante el beso.

Aether alejó a Albedo para respirar, pues se estaba quedando sin aire.

Albedo, se dedicó a retirar la prendas de Aether, dejándolo completamente desnudo ante sus ojos, dándole una gran imagen mental de cómo luciría con aquellos juguetes, haciendo que la erección que llevaba, sea aún más dolorosa.

Albedo agarro las correas y las colocó en Aether, inmovilizadolo por completo.

Lo primero qu hizo, fue introducir aquel vibrador en la entrada del menor con aquellos largos dedos que poseía. Un pequeño gemido de incomodidad salió de los labios de Aether al sentir aquel objeto dentro de él.

Albedo agarró el látigo y decidió activar aquel vibrador al máximo sin pensarlo, haciendo que el menor empezará a gemir y lloriquear, pues no tuvo una preparación adecuada.

Gimes como una sucia puta, deberías callarte ¿No crees? —El pelicenizo utilizó aquel látigo para golpear la entrada ya dilatada del menor—

El rostro de Aether era una obra de arte a los ojos de Albedo, aquellos ojos vidriosos, sudor y el enrojecimiento de aquellas mejillas eran la combinación perfecta para hacerle perder la cordura a Albedo.

El pelicenizo estuvo jugando con el menor un buen rato, hasta que el menor se corrió en su abdomen, llamando la atención de Albedo.

Yo cuando dije que te podías correr maldito —Albedo volvió a golpear con aquel látigo la nalga del menor, haciendo que suelte un gemido lascivo, pues su cuerpo se encontraba algo sensible después de haberse corrido— No obedeciste a tu maestro, parece que no resivirás tu premio —el de orbes celestes fingió un tono triste—

¡N-no! Prometo o-obedecerte, pero pronto favor, ya metelo —Dijo Aether, suplicandole a su mayor—

Sigue rogando, no me convences —Dijo Albedo, acercándose al cuerpo de Aether— Vamos, hazlo

Albedo empezó a animar sarcásticamente a Aether, para que con sus súplicas lo convenciera.

Después de un rato, Albedo quedó convencido, así que, introdujo sus dedos listo para introducirlos y sacar aquel vibrador, pero se detuvo. Algo llegó a su mente, introducir su polla junto al vibrador no podría ser mala idea, así que, solo introdujo su masculinidad en Aether, haciendo que este se exaltara un poco al percatarse que el vibrador no había sido retirado.

Albedo no le dio un descanso a Aether y empezó a embestir junto al vibrador encendido, haciendo que Aether se quedase con su mente en blanco, gimiendo sin poder controlarse.

Ese dolor se le hacia tan exitante y extraño, solo podía pensar en el placer que recibía a la vez.

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Al final se me ocurrió algo para hacer el extra 🤔