25. Su lugar especial

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Capítulo 25

Cuatro días después...

ODETTE

Después de la noticia de... Hegan... no pude dormir ni comer, síntomas clásicos si te dan una noticia de esa magnitud. Me habían dicho que Hegan estaba manejando a toda velocidad y... perdió el control. Cuando me dijeron el lugar en donde había perdido la vida, lo entendí; Hegan me había dicho que por esa zona es donde iba con Alda, decía que se podía ver la ciudad desde los aires, decía que era su lugar favorito en todo el mundo, junto a ella. Hasta pinto el paisaje, es realmente hermoso. Supongo que algunas personas no pueden tener un "felices por siempre". Sus padres están devastados, los conocí cuando fui a su casa. Realmente son buenas personas.

Ahora me encuentro en un avión, hacia Alemania, precisamente, a su hogar natal. Junto a Caden, que está sentado a mi lado, con su cabeza apoyada en mi hombro, durmiendo. No podía dormir, no cuando hubo una leve turbulencia. Pensé en la vida, en la corta vida que tengo. Mi madre, mi padre, mis amigos y... Caden. Pensé en lo rápido que pasa el tiempo, en los cortos momentos, tanto bueno como malos, en lo que dije, en las decisiones que tomé... Es curioso cuando la muerte aparece en tu vida, te hace reflexionar de todo lo que hiciste.

La muerte nos hace reflexionar de la vida.

Extraño a Hegan, no estuvo un año o más, pero lo suficiente para conocerlo toda una vida. Se volvió una persona muy importante para mí, pero él no quería vivir, no si no estaba con ella. No me imagino el dolor que sintió al enterarse sobre su muerte, no me imagino el sufrimiento que vivió durante meses. Yo no podría vivir ni un día sin Caden. Simplemente no me lo imagino.

Caden se remueve en su lugar, colocando su brazo en mi abdomen, como si podría acercarse más a mí. Sonrío como tonta y despeino su cabello, dándole leves masajes. Su respiración es delicada, tranquila, que relaja el mío en el proceso.

¿Cómo puede hacerlo? Es decir... ¿Cómo puede ser tan cariñoso y romántico y a la vez tan...?

—Duerme, terca —susurra Caden, sorprendiéndome. Y una sonrisa diminuta surca mis labios, asintiendo con la cabeza.

Me acurruco más a su lado y apoyo mi cabeza sobre la suya. ¿A mí me llama terca? Si él es el terco; estamos en primera clase, por mí no había ningún problema estar en la segunda, pero no, él quería estar en la primera. Y no porque sea crea "superior", no, si no por mí. Porque la primera es medio vacía y sí, sí lo está. Me dijo: "No quiero que nadie te vea dormir, esa es mi fascinación". A veces están celoso, pero se ve adorable cuando dice ese tipo de cosas. No lo sé.

Cierro mis ojos, en un fallido intento de dormir, pero no sé cómo, Caden consigue que me duerma en tan solo unos minutos.

...

Aterrizamos hace unos minutos, y ya estamos con nuestras maletas, caminando hasta la salida donde nos espera un taxi. ¿Por qué vinimos a Alemania? Fácil: el funeral de Hegan. No me lo quería perder y tuvimos que tomar el primer avión que nos llevara para asistir al funeral. Pasó cuatro días y el funeral es mañana. Mañana, con tan solo pensarlo... Cuando salimos del aeropuerto, el frío invierno nos envuelve con intensidad, estremeciéndome. Caden localiza el taxi y prácticamente corremos hacia él. La nieve nos recibe y tengo que sostenerme del brazo de Caden para no caer. Al frente hay una plaza con flores apenas visibles, cubiertos sobre la nieve y hay personas altas en todos lados, entrando y saliendo con maletas. Hay uno que otro niño haciendo muñecos de nieve o lanzándose bolas de nieve. Sonrío por inercia y Caden me jala para entrar al taxi mientras mete las maletas hacia adentro, indicándole la dirección del hotel y arranca. Por suerte, Caden pidió a un taxista que hable nuestro idioma, para que sea más fácil comunicarnos. Yo hubiera hablado, ya que, Hegan me enseñó a medias hablar alemán. No sé mucho, pero sí lo suficiente. Pero estoy demasiada fascinada con la vista para articular una palabra o reaccionar, hasta que Caden coloca una mano sobre la mía y recuesto mi cabeza sobre su hombro, apreciando el paisaje. Espero volver algún día. Llegamos a la ciudad y... todo es diferente, las calles, las personas, todo. Las construcciones de las casas y edificios. Algunas cafeterías, librerías y tiendas. Por donde vea, siempre habrá un chico rubio; la mayoría son altos. La mayoría de las casa son con los techos puntiagudos y hay nieve sobre ellos. Luces amarillas y uno que otro árbol con luces también. Algunas son de color beige con café en las líneas, otras son de color blanco o, incluso, verde hoja. Muñecos de nieve sobre las aceras o parques. Familias enteras caminando con sus abrigos, niños saltando, riendo. Dios... las mujeres son hermosas, altas y tiene una elegancia increíble. Los hombres... son... altos también.

Odette & Caden [Sensaciones #1] [Terminada]Where stories live. Discover now