▴ OBLIGACIONES ▾

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Diana llegó a presidencia con una caja entre las manos, era blanca y tenía un moño de color azul, Armando estaba supervisando la limpieza del hueco donde a su padre le dio por guardar basura

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Diana llegó a presidencia con una caja entre las manos, era blanca y tenía un moño de color azul, Armando estaba supervisando la limpieza del hueco donde a su padre le dio por guardar basura.

―Armi, ¿qué está pasando acá? ―indagaba Diana mientras veía a gente de limpieza chocar entre sí al limpiar. 

―Nada, estoy limpiando esta pocilga para que sea humanamente respirable ―contesto el aludido, mientras veía con una sonrisa y ceja alzada las manos de su hermanita ―¿y eso que tienes en las manos?

―Es solo un pequeño gustito para mi presidente favorito ―contesto con una sonrisa mientras le entregaba la caja.

Armando la tomo gustoso, llevo el paquete a su escritorio, y sacándole el moño lo abrió por fin, notando que era una Marialuisa con relleno de fresas, una de sus favoritas, abrazándola beso la frente de su hermana.

―Esperame aquí, pediré algo para servirlo, y de paso veo si ya llegaron mis secretarias.

―Ni me lo recuerdes, solo de pensar que la rubia tonta estará aquí me dan dolores de estómago. 

Mientras Armando rodaba los ojos y asentía ante lo dicho por Diana, ella se concentraba en atender un llamada, para lo cual entre a la sala de juntas.


Al fin descifré como llamar en Colombia. ―escuchar la voz de Alessandro le encanto, desde que llego solo habían cenado, puesto que el hombre se acoplaba con lentitud al nuevo horario. 

Estoy muy orgullosa cariño, ¿ya desayunaste? ―indago la mujer mientras giraba en una de las sillas.

No, pero me gustaría si la bella donna con quien hablo mi accompagna.

Desearía poder amore, pero tengo entrevistas para contratar a mi asistente. 

¿y si me contratas a mí?, pasaríamos más tiempo juntos.

Suena bien, si tuvieras al menos una carrera en economía amore ―comento riendo la mujer. 

Ho provato, saldre a comer algo y te veo para... ¿la cena?

Un'idea meravigliosa, ti amo. ―dando un beso por la vocina colgo. 


Luego de que una mujer gritara algo sobre una araña, Diana salió, viendo entonces a su hermano pidiendo a Carmensita que entregara los directorios de su padre, proveedores, almacenes, ventas, básicamente, todo lo habido y por haber de la empresa. 

―Odio a la gente lenta. ―dijo Diana imitando la voz de su hermano, mientras él se giraba y le hacía caras ―Eres odioso ―respondió ella, tomándole mano para llevarlo a su silla, mientras ella se subía al escritorio ―Pero oye, le quitaste toda información a la Fernández esa ¿no? 

Sempiterno │ Daniel ValenciaWhere stories live. Discover now