ᴀɴ ᴀᴜᴛᴜɴᴍ ʟᴏᴠᴇ | ᴋɪʀɪsʜɪᴍᴀ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ (+18)

Capitulo16 - Te amo, Kiribb.

Narra T/n: 

Mis emociones son como una montaña rusa, suben y bajan sin parar, y aunque por instantes constantes me da alegría e ilusión, me dan nervios y miedo.

Mi mejor amigo, y el chico del cual estoy enamorada, me tomó de la mano al notar lo mucho que estaba nerviosa y temerosa, mi mano estaba helada y temblando, así que él me dio una sonrisa tan linda que volví a sentir ese calor dentro de mi, me daba tanta ternura verle el rostro así. 

Su mano siempre fue delicada y suave, lo suficiente como para calentar mis fríos nervios, eso me hacía amarlo mucho más. 

Tomé el valor de mi, y caminé a los maestros tomada de la mano de Kirishima, éste se sorprendió por mi acción. 

— ¿Me hablan? —Ellos asintieron. 

— Te queremos felicitar por tu gran trabajo organizando esto T/n. Es maravilloso como luce todo. — Migninth tomó mi mano libre mientras me daba esas lindas palabras y su voz sonaba por todo el salón.  

— Muchas gracias por sus felicitaciones pero como sabrán, no lo hice sola. Mis compañeros de la clase A y otras clases me estuvieron apoyando cuando los necesité. — Miré de reojo a mis amigos, quienes me miraban con una sonrisa orgullosa de oreja a oreja. — Así que les pido, queridos invitados, les pido que les demos un merecido aplauso a ellos. 

Todos comenzaron a aplaudir con emoción, los futuros héroes habían ayudado en la decoración y organización de este baile de otoño. Solté a Kirishima y a la maestra para poder aplaudir fuertemente. 

— Igualmente.. — Habló Kirishima. — Tú también mereces unos cuantos aplausos. — Me tomé por sorpresa esto, la gente seguía aplaudiendo, mirándome con sonrisas. 

Cuando las palabras de agradecimiento y aplausos terminaron, comenzó nuevamente la música y Denki junto con Mineta no perdieron el tiempo e invitaron a todas las chicas posibles para bailar.

— ¿Te sientes cansada? — Preguntó Kiri mientras yo me sentaba agotada en una silla abandonada de una mesa. Lo miré. 

— Un poco. Sí — Reí con pena. Quería divertirme, pero también quería descansar y dormir por dos o tres días seguidos. 

— ¿Muy cansada como para bailar una pieza con migo? — Respondió Kirishima. Me emocionó su propuesta, y de que manera lo había hecho, sencilla. 

— Podré estar cansada, pero he anhelado bailar contigo desde hace semanas.  

— ¿Me permite su mano, Señorita? — Sonreí enamorada, y cuando le extendí mi mano, él la tomó como si fuera una hermosa pieza de cristal. 

La música estaba sonando fuerte, y era una pieza lenta y romántica que hacía que mis corazón saltara más de nervios y alegría. Al llegar casi al centro de la pista de baile, él se detuvo dándome a conocer que justo ahí sería nuestro lugar. 

Por mi parte, yo no tenía mucho experiencia de baile lento, mi padre se había tomado la tarea de enseñarme antes de que el baile llegara pero abandonó esa idea casi al instante, así que me he estado guiando por videos de internet y prácticas sola. 

Kirishima me tomó con dulzura de la cintura, me apegó a él y acomodó mi mano en su hombro y tomó la otra para mantenerla en el aire, comenzamos a bailar. 

Me sentía como nunca, incluso ya no estaba sintiendo cansancio, estaba completamente satisfecha por todo, el resultado que tuvo el esfuerzo de mis amigos y chicos de otras clases, además que se hizo realidad mi sueño de bailar con el chico que me trae loca.

Podía sentir el aroma de su perfume tan varonil, y a pesar de la música fuerte, podía sentir y escuchar los latidos de su gran corazón. De repente ya nada más me interesaba, solo éramos él y yo en una pista hermosamente adornada.

Nos balanceábamos a un lado y al otro, me acerqué más a él casi abrazándolo, fue entonces que recordé cada momento en donde paso recuerdos hermosos a su lado. 

Cuando lo conocí, cuando nos consolamos uno al otro, cuando nos acercamos más emocionalmente, cuando me contó por que quería ser un héroe, la primera vez que peleamos por una gomita de oso, cada una de las veces que nos tomábamos fotos despistados. 

Cuando nos dijimos por primera vez que nos apreciábamos, cuando nos dijimos que nos queríamos mucho, cuando fuimos a ver un estreno de película de terror y Kirishima no quería abrir los ojos, cuando fuimos a parques de diversiones y él se dio cuenta de mi miedo por las alturas y por eso me cuidó. 

Cuando me cargó por que me raspé la pierna y no podía caminar, cuando me invitó un té por que estaba enferma, cuando me ofreció su bufanda por que tenía frío, cuando me dio una flor que no había visto en mi vida por mi cumpleaños, cuando le di una carta donde le decía cuanto lo quería y admiraba. 

Cuando pensaba en él cada que veía una playera o atuendo rojo, cuando me compraba donas para el cabello, cuando le compraba algún que otro recuerdo de algún lugar al que no lo podía llevar, las llamadas de horas hasta que uno de los dos quedaba dormido o sin batería, los mensajes preguntando que hacíamos. 

Cada uno de esos momentos quedaron grabados en mi mente y alma, y cuando recuerdo uno, mi sonrisa se da a lucir sin que quiera evitarlo, y simplemente me pongo feliz aunque haya sido un día largo y difícil. 

Confirmando lo que ya sabía desde hace algunos pocos meses, estaba enamorada perdidamente de mi mejor amigo. Pero me daba miedo decir lo que sentía y ser rechazada, además de echando a la basura todos esos momentos felices que tuve a su lado y la amistad que hemos tenido durante este tiempo. 

— Kirishima.. — Me atreví a hablar. Sentí su mirada sobre mí así que con los miedos sobre los cielos, levanté mi mirada. 

— ¿Si? — Sus ojos rojos estaban clavados a los míos. Me quedé muda por unos segundos, así que él volvió a hablar. — ¿No estás lista para decirlo? Entonces lo diré yo.. 

— ¿Qué — Dejó de bailar, me tomó de las manos y se acercó a mi rostro doblando un poco sus rodillas. 

— Me re gustas T/n — Mis ojos se abrieron más. Realmente que no lo creía del todo, yo llegué a pensar que Kirishima estaba enamorado de Mina pero, admito que me enamoró aún más que él me lo haya dicho a pocos centímetros de mi rostro para que lo pudiera escuchar.  — ¿No era lo que esperabas escuchar? ¡Lo siento! Y-yo.. creí que— Lo interrumpí. 

— Tú también me gustas mucho Kiri.. desde hace meses.. — Dije en voz alta. 

— ¿En serio? — Parecía emocionado por mi confesión. Asentí con la cabeza. Me abrazó y levantó dando vueltas, es así como me ha mostrado cuan feliz está en ese momento. 

— ¡Me gustas! — Grité devolviéndole el abrazo. 

— ¡Tú también me gustas! — Gritó él completamente emocionado. 

Cuando me bajó de sus brazos, no lo pensé con miedo y puse mis manos en sus mejillas para acercarlo a mi. Sip, lo besé. No sabía como mover los labios ya que, es mi primer beso. 

Noté que se puso nervioso pero, siguió mi beso, acariciando mi mejilla con su mano y acercándome más a él por la cintura con su otra mano. 

Unos aplausos y unos "Aaaaww" nos hicieron volver a nosotros mismos. Nos separamos en un salto y completamente rojos hicimos como si nada pasara pero hacíamos cada tontería para cambiar tema de conversación que terminamos haciendo el ridículo 

— ¡Al fin lo logramos! —Volteé para ver como Mina, Denki, Bakugou y  Sero estaban reunidos mirándonos, casi todos sonriendo orgullosamente victoriosos. 

Reí por su ruido alegre. Yo también estoy feliz de que al fin se haya logrado. 

Te amo, Kiribb.

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PERDÓN EL RETRASOOOOO HOLIIIIII