OPTIMIST || minho

prologo

Vince

                             Estamos en la salida este. ¡Buena suerte!

Cerró su teléfono y se dirigió a la sala de control. Esquivando todas y cada una de las cámaras situadas en las esquinas de las paredes, miró a su alrededor para ver si había alguien a su alrededor. Se escondió detrás de una pared una vez que el sonido de pasos llegó desde adelante.

Asomó la cabeza para ver quién era. teresa Echó la cabeza hacia atrás lo más rápido posible, pero era demasiado lenta. Teresa ya la ha visto.

"¿Thalia?" Ella preguntó. "¿Qué estás haciendo aquí? Se supone que no debes estar en esta área".

Thalia se reveló desde detrás de la pared y se paró frente a ella. "Por favor, no se lo digas a nadie". Suplicó ganándose una mirada confusa de Teresa.

"Lo siento, pero tengo que hacer esto T". Dijo antes de continuar por el pasillo dejando atrás a una Teresa confundida.

Se paró frente a la puerta etiquetada como 'controles de caja' en grandes letras en negrita. Volvió la mirada hacia el guardia dormido a un lado. Espiando la tarjeta llave en el costado de su cinturón, lentamente la alcanzó y la arrancó. El guardia movió su cabeza hacia el otro lado haciéndola temblar.

Thalia deslizó la tarjeta de acceso por el monitor y entró en silencio en la habitación, con cuidado de no hacer ruido. Lo cerró detrás de ella y se dirigió a la silla negra frente al panel de control.

Investigando los paneles de control, un pensamiento cruzó su mente. ¿Estaba la nota dentro de la caja? Ella esperaba que lo fuera. Thalia lo había metido a escondidas en una de las cajas de suministros. Debería estar allí.

Tomando una respiración profunda, agarró la palanca y tiró de ella hacia abajo creando un sonido de timbre que esperaba que no se escuchara fuera de la habitación. Suspirando, esperó.

Todo iba según lo planeado. En pocas horas el grupo A estaría camino a las montañas, a salvo de las manos de CRUEL.

Alguien entró en la habitación, sacándola de sus pensamientos.

"¿Qué crees que estás haciendo?" preguntó Janson. Sus ojos se movieron hacia la pantalla mientras sus ojos se llenaban de rabia. "¿Qué has hecho?"

Thalia se levantó de su asiento y lo miró. "Terminé de quedarme a un lado y fingir que estoy de acuerdo con lo que ustedes están haciendo. ¿Arriesgar la vida de estos inocentes adolescentes? ¿Es así de desesperado por encontrar una cura?" Ella no estaba mintiendo sobre nada de eso. Era hora de que expresara su opinión.

"¡Casi arruinas toda nuestra operación! ¡Son las únicas personas que pueden ayudar a encontrarlo! Solo espera a que llegue Ava".

Tenía que encontrar una manera de salir. Continuó mirando a Janson y luego, sin pensarlo dos veces, su puño chocó contra su mandíbula y corrió hacia la puerta. Thalia salió corriendo por la puerta y entró en el pasillo hasta que su cuerpo chocó con otro. Miró hacia arriba para ver a la única, Ava Paige. Esto no iba bien. Estaba jodida.

Janson salió a trompicones de la habitación, sujetándose la mandíbula. "¡Pequeña perra!" El grito. Su expresión se volvió más tranquila una vez que notó que Ava estaba de pie.

"Canciller Paige". reconoció. "¿Tienes alguna idea de lo que ella ha hecho-"

"Soy consciente." Ella respondió con calma. "Y también piensa que fuiste más inteligente que esto, Thalia".

En cuestión de segundos, Thalia sintió que algo entraba en su vena, haciéndola caer al suelo.

"Parece que la enviaremos temprano a las Pruebas del Laberinto".

Entonces, la oscuridad se hizo cargo y ella perdió toda conciencia.