daily life

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A Seijūrõ le gustaba visitar a Chihiro en su dormitorio de la universidad. Definitivamente era mucho más pequeño que cualquiera de las habitaciones de su casa familiar pero era acogedor, práctico y poseía, según Chihiro, "la mejor vista de este mugriento lugar: la calle."

Secretamente adoraba la facilidad con la que Chihiro le permitió invadir aquel espacio: dejando ropa suya en el diminuto armario, su propio cepillo de dientes en el baño, a veces libros o apuntes, otras pequeñas decoraciones que daban cuenta de su presencia en ese lugar. Sin embargo, lo que más adoraba era a Chihiro sin dudas.

Compartir un espacio tan diminuto, juntos, se sentía tan íntimo y precioso para él.

--¿Qué es eso?

Chihiro salía la de la habitación con una novela en la mano y alzó una ceja en su dirección mientras se dejaba caer en el pequeño y antigüo sofá.

--¿Qué es qué?

Seijūrõ señaló su cabeza.

--Ah, un beanie. Mi cabello es un desastre hoy --contestó abriendo el libro en la página indicada por un marcador que el pelirrojo recordaba haberle regalado.

--¿Alguna vez ha dejado de serlo? --sonrió burlón y Chihiro tan sólo le mostró el dedo del medio sin voltearse --. Por cierto, ese beanie es mío.

Chihiro carraspeó pero no dijo nada.

Otra cosa que Seijūrõ adoraba era la cotidianidad. En la casa de su padre todo es grande y solitario, no hay con quien conversar o sentarse a cenar y es por eso que siempre que llegaba el momento de dejar aquel dormitorio, inmediatamente comenzaba a añorar y anhelar el poder regresar.

Si de él dependiera no se iría jamás, pero ni a su padre ni a Chihiro les haría mucha gracia.

En fin, le agradaba la compañía incluso si ésta era silenciosa. Mientras Chihiro leía, él se tomó la libertad de limpiar y reorganizar el humilde librero que se hallaba junto al sofá, escuchando música tras obtener el permiso del peliplata. Kise había estado molestandolo con que sus gustos musicales eran "anticuados" y "victorianos" (Seijūrõ no hallaba nada malo en la música clásica, pero al parecer su amigo sí) y cada semana le enviaba una playlist con recomendaciones que se tomaba el tiempo de oír porque sentía que no estaba de más.

--Dile que se puede ir mucho a la... --fue la reacción de Chihiro cuando se lo comentó una vez.

Tenía una de las últimas playlist sonando desde su celular. Y entonces pasó.

Al principio eran murmullos aquí y allá que luego se transformaron en lo que oía ahora.

--Let me remind you, this was what you wanted...

Chihiro se había recostado en el sofá, su rostro cubierto con el libro que leía encima, entonando con mucho sentimiento el puente de la canción. Seijūrõ no daba crédito a sus sentidos, tan sólo lo observaba y escuchaba estupefacto.

--You were all i wanted... but not like this! Not like this... not like this... --inhaló --. All you had to do was...!!

Lanzó un puño al aire con la palabra STAY. Y eso fue todo. La canción continuó con un estribillo más antes de terminar. Chihiro suspiró y se quedó allí con el libro en la cara mientras que Seijūrõ sentía su corazón acelerado y dos palabras resonando en su mente, golpeandolo una y otra vez hasta que finalmente abrió la boca para dejarlas salir.

--Te adoro.

Chihiro se levantó tras cinco segundos de contemplación y, ocultando su rostro con una mano como cada vez que se avergonzaba, corrió a meterse a la habitación cerrando la puerta tras de sí.


n/a: de nuevo aquí con mi chihiro swiftie agenda, esa es la canción que cantó uwu

drabbles; mayuakaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora