33. Ya no es necesario

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A la siguiente mañana, las cosas dentro del hospital siguieron el exacto curso que siempre habrían tenido, las rutinas continuaron sin por menores personales que interfirieran en el correcto funcionamiento del hospital.

Era un verdadero problema que la vida privada del personal afectara su desempeño, a todos dentro del HNAES les quedaba claro que los sucesos de vida poco tenían que ver a la hora de rendir cuentas sobre la práctica de sus profesiones.

Y es que la premisa de "Haz de tu lugar de trabajo, tu hogar" llegaba a niveles poco saludables para los profesionales de la salud. Por eso era natural que entre colegas se entendieran, el personal sabía los pequeños detalles de vida que podrían llegar a causar problemas.

Por ello a nadie tomó de improviso que el departamento entero de cardiología estuviera armando una fiesta sorpresa de despedida para el jefe JunMyeon.

—Se supondría que las fiestas de despedida son tristes pero creo que todos estamos muy felices por esta decisión— hablaba uno de los doctores de mayor rango dentro del servicio de cardiología.

El Dr. Kim todavía no llegaba, así que se podían planear las cosas con tranquilidad y sin miedo de que el futuro festejado fuera a irrumpir en un inadecuado momento.

—¿Ya tenemos un lugar? — preguntó otro de los doctores adscritos al servicio.

—Eso es de lo que quería hablarles justo ahora— sonrió quien había iniciado la reunión emergente —El Doctor Kim MinSeok se ha ofrecido a fungir como anfitrión.

—Realmente le gusta ofrecer fiestas ¿No es así?

—Yo también amaría ofrecer fiestas si tuviera un palacio como el que él posee— bromeó otro de los doctores presentes.

—Así que por el momento, todos los preparativos pasaran a estar bajo su supervisión, sólo les indicaremos el día y la hora— explicó el doctor ante la atenta mirada de los presentes en la oficina de trabajo; en su mayoría residentes que no habían dicho ni una sola palabra.

—Eso también nos quita un peso de encima— suspiró aliviado otro doctor.

Hubo un par de risas dentro de la habitación y por acción de la suerte, la puerta de la oficina se abrió para dejar ver el rostro del jefe de servicio.

—Buenos días— se anunció con una renovada y fresca sonrisa —Estaré con ustedes en cinco minutos— JunMyeon llevaba sus cosas en una mano y con la desocupada cerró la puerta detrás de sí para partir a su oficina privada.

—Eso estuvo cerca.

—De cualquier manera— hablaba el doctor que desocupaba la silla que siempre usaba JunMyeon —No creo que esto se mantenga como un secreto por mucho tiempo, pero más vale hacerle saber que si llega a enterarse tiene que fingir sorpresa el día del evento.

Todos los presentes se acomodaron por toda la sala, se preparó la papelería y se dejó lista para ser leída por JunMyeon, quién demoró exactamente lo indicado.

Portando la bata blanca y con un par de gafas de marco delgado acomodó su silla frente a la mesa —¿Comenzamos?

La matutina rutina se llevó a cabo. Los residentes eran cuestionados por los doctores a cargo, hubo intercambio de conocimientos, se revisaron temas pendientes y se dejaron un par de tareas.

Todos dentro de cardiología se dispersaron y se ocuparon de su trabajo individual.

Luego de la relajante cena de la noche anterior, KyungSoo se sentía mucho más relajado que de costumbre, la suave sonrisa no se había desvanecido de sus labios y mientras revisaba a los pacientes a su cargo, imprimía una alegría que se transmitía en la voz.

Chasing dreams. [ChanSoo]Where stories live. Discover now