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Minho dormía plasidamente en su cama en la madrugada, cuando el sonido de su celular perturbó su sueño.

Tomó su teléfono aún con los ojos cerrados y medio dormido.

—Bueno?

—Minho, estás ahí?—Era el padre de Hyunjin, inmediatamente alejó el poco sueño que tenía y se despertó rápidamente.

—Si señor, qué pasa? Hyunjin está bien?

—Estamos en el hospital, Hyunjin comenzó a toser mucho y lo trajimos aquí, ahora está en observación y-

—Voy para allá, llegó en 5 minutos —Y colgó.

Minho se cambió solo el pantalón de su pijama y corrió a su auto, apenas eran las 3 am por lo cual las carreteras estaban vacías y le fue fácil llegar en menos de lo que dijo.

Al entrar en el hospital corrió hasta llegar a la sala de espera, busco con los ojos a los padres del pelinegro y cuando los vio camino hacia ellos.

—Hola señor y señora Hwang, cómo está Hyunjin?—Minho trataba de mantenerse tranquilo aunque su voz temblorosa lo delataba.

—No muy bien Minho, el doctor dice que a partir de ahora Hyunjin se tendrá que quedar internado en el hospital—Le explicó la señora Hwang.

—Su tumor creció?

—Si, es el doble de grande que hace un mes y le está impidiendo respirar bien, ya no puede hacerlo por si solo— Esta vez hablo el padre del menor.—Quiero que sepas Minho que ya no quedan esperanzas, nosotros nos preparamos mentalmente desde hace mucho para estos momentos, de hecho las probabilidades que llegará hasta sus 19 años eran casi nulas por lo cual que se quedara con nosotras más de lo esperado es el regalo más hermoso que la vida nos pudo dar.

>>Hyunjin también le está pasando mal en estos momentos, el quiere verte y nosotros también queremos que estés con él, queremos que sigas poniendo esa sonrisa en su rostro.

—Pero... aún debería de haber esperanzas, Hyunjin no puede morir aun

—Minho, ya solo es cuestión de días, el tumor está creciendo demasiado rápido y su cuerpo ya no lo soporta—El señor Hwang puso su mano en el hombro del castaño para brindarle apoyo, sabía lo difícil que era asimilar todo, al fin y al cabo para él también era difícil, pero sabía que su hijo había aguantado lo más posible, sabía que su hijo también merecía un descanso.

Las lágrimas comenzaron a caer en las mejillas del castaño.

—Puedo verlo?

El señor Hwang asintió.

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Antes de entrar al cuarto en donde estaba Hyunjin, el castaño se preparó para no llorar y darle fuerzas al menor, no quería hacerlo sentir más triste de lo que seguro se sentía.

Tomó una bocanada de aire y se adentró a la habitación.

—Hola lindo, estás bien?—Le dolió ver al pelinegro conectado a maquinas y con un respirador en la cara.

Hyunjin solo asintió, su estado de salud era malo y ahora hasta hablar le cansaba de sobre manera.

—Bueno, nuestros hijos están bien, los pase a ver a casa de mis padres ayer y les tomé algunas fotos, quieres verlas?

Nuevamente el pelinegro asintió.

Minho se acercó los más posible a él y le enseñó las fotos de su celular, estas eran de sus pequeños retoños vestidos de superhéroes. El señor Lee habia considerado gracioso el ponerles trajes.

El pelinegro tenía una sonrisa en su rostro, la cual se transformó en una mueca triste.

—Que pasa? No te gustaron las fotos?

Hyunjin negó y habló.

—Los voy a extrañar—Las palabras fueron bajas y apenas entendibles, pero Minho supo que decía al estar tan cerca.

El castaño no le dijo nada, ya no podía decirle que había esperanzas, ya no las había y el cronómetro estaba por llegar a cero, era inevitable.

Minho lo abrazo con cuidado de no lastimarlo ni mover ningún cable.

—No se que haré sin ti Jinnie

—No me extrañes—El mayor al escuchar se separó del cuerpo del menor y le miró a los ojos con un asombro evidente.

—Sabes que para mí es imposible

—Entonces trata de no hacerlo

—No puedo Jinnie

—Prométeme que lo intentarás, promete que intentarás dejar mi recuerdo atrás—Las palabras de Hyunjin eran débiles, pero audibles.

—No, quiero recordarte para siempre, no quiero olvidar nada de ti

—Minho...

—Por qué? Por qué tengo que olvidarte?

—Porque lo único que me duele de morir es dejarte atrás

Ninguno dijo nada más, ambos entendieron el dolor contrario, ninguno de los dos quería que el otro sufriera y ninguno de los dos quería vivir sin el otro.

SOLO UNA VEZ- hyunho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora