May we meet again. » the 100

Capitulo 1.- Cinco palabras.

Que nos volvamos a encontrar.

Cinco palabras. Cinco palabras eran las que Bellamy Blake no se podía sacar de la cabeza. Torturándose a sí mismo al pensar en esas cinco últimas palabras que Clarke le había dicho justo antes de que se fuera.

〈〈Idiota, idiota. Debiste ir tras ella, debiste detenerla o al menos debiste ir con ella.〉〉

Que nos volvamos a encontrar.

Que nos volvamos a encontrar.

Que nos vol…

– ¿Bellamy? –la voz de Octavia lo sacó fuera de sus pensamientos, giró su cabeza para poder observar a su hermana. Esta lo miraba con la preocupación grabada en su rostro. – Ven a comer algo, ¿quieres?

Él soltó un suspiro y se levantó del taburete, dándole una última ojeada a lo que parecía ser un mapa del bosque y los alrededores del Campamento Jaha. Con pasos lentos, se dirigió hacia su hermana y ambos salieron de la tienda, con dirección a la improvisada cocina.

No hubo muchos cambios en el lugar desde la última vez que estuvo allí. La única diferencia era que ahora había más gente.

– ¿Hubo suerte? –pregunto Octavia sin mirarlo, aunque ya sabía la respuesta al oír el suspiro de su hermano.

– Ni un poco. –respondió él haciendo una mueca– Estamos igual que antes.

Octavia no dijo nada y Bellamy sabía la razón ella y Clarke no habían terminado bien, con todos los acontecimientos de ese día y todo por lo que habían pasado ocasiono que ambas explotaran –o más bien Octavia- y quedara un leve resentimiento entre ellas.

– Jasper. –dijo a modo de saludo Octavia cuando llegaron a la cocina y lo que se hacía pasar por comedor.

El chico le lanzo una sonrisa fingida, haciendo sentir a Bellamy culpable. Por su culpa, Maya ya no estaba aquí con él. Aunque Jasper seguía tratando igual a Bellamy, él sabía que no era del todo cierto y casi hubiera preferido que lo odiara. Casi.

Ambos hermanos se sentaron en la misma mesa que Jasper, justo enfrente de este. Monty llego con una bandeja llena de comida y suficientes platos para los cuatro. La plática no era precisamente interesante –y la verdad era que a Bellamy no le importaba–, Monty y Octavia eran los que hablaban, en un intento desesperado por hacer que él y Jasper dejaran ‘esa’ actitud.

– Jasper y yo podríamos volver a hacer esa bebida. –dijo Monty, refiriéndose a cuando habían hecho una fiesta antes de que pasara la batalla con los terrícolas.

– Podríamos hacer una fiesta. –comentó Octavia con una sonrisa– ¿Qué opinas, Bell?

Bellamy se encogió de hombros– Pueden hacer lo que quieran.

Con ese último comentario e ignorando el ceño fruncido de su hermana, se levantó de la mesa dispuesto a terminar su comida lejos de allí.

— — — — ― — — — — —

Después de lo que parecían haber sido semanas solo en el bosque, uno pensaría que volvería corriendo a lo que era la civilización, pero ese no era el caso de Clarke.

No. Ella no podría ir de nuevo y ver sus caras, recordar todo lo que hizo para salvarlos. Primero necesitaba perdonarse a sí misma y hasta ahora… bueno, eso no iba muy bien.

Cada noche, las pesadillas la asechaban una y otra vez, podía ver las caras de sus amigos culpándola de todo lo que había pasado, podía ver a los habitantes de Mount Weather llamándola asesina, inclusive podía ver a Finn. Todos sus demonios aparecían durante la noche y eso provocaba el que no quisiera dormir, se podía ver claramente en las marcas grises debajo de sus ojos.

Cualquiera que conociera a Clarke diría que estaba más delgada y algo pálida –provocado seguramente por las noches sin dormir.

Había evitado a los terrícolas muchas veces de lo que llevada su exilio propio y también a Bellamy, porque estaba segura de que los guardias del arca que se aventuraban en el bosque eran guiados por él con el único fin de encontrarla y llevarla a casa.

Clarke quería estar enojada con Bellamy, es decir, él más que nadie sabía lo que se sentía creerse un monstruo, pero por aunque intentara hacerlo, él era la persona en la que más confiaba.

Casi podía escuchar las palabras saliendo de la boca del chico: 〈〈Que nos volvamos a encontrar.〉〉 Clarke las conto, simplemente para no pensar en otra cosa. Eran cinco palabras. Y unas cinco palabras muy dolorosas.

A lo lejos, pudo oír un murmullo de voces. No podía identificar quienes eran, por lo cual agarro su chaqueta y una daga que tenía como única posesión y se escabullo lejos de allí.

Podía oír las voces acercándose cada vez más, Clarke pudo oír lo que parecían ser galopes, por lo cual dedujo que eran los terrícolas.

«Genial. Simplemente genial»

Ella paró en seco y giró su cabeza hacia diversos lados, intentado crear un plan que la sacara rápidamente de ese lugar. Sin que Clarke pudiera prevenirlo y sin que tuviera tiempo para correr, un caballo llego detrás de ella, sorprendiendo a Clarke.

Clarke quedó frente al cabello, paralizada. Solo podía dar pequeños pasos hacia atrás, bajo la mirada del terrícola que, a pesar de la máscara y la pintura que traía encima, ella podía jurar que estaba sonriendo psicóticamente.

No se había dado cuenta que estaba al borde de una colina y al momento de dar otro paso hacia atrás, resbaló y cayo rodando hasta el final de esta. Intento incorporarse, pero notó que unos cuerpos tapaban su camino.

Y ahí, justo enfrente de ella, se encontraba la última persona con la que quisiera encontrarse. Inclusive hubiera preferido ir al Campamento.

– Lexa. –susurró Clarke con rencor.

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Dicen que lo prometido es deuda, asi que aqui les traigo el primer capitulo c: Espero que les guste